El Juli, por encima del dispendio de orejas en Olivenza

Olivenza volvió a parecerse a Olivenza esta tarde de sábado. Buen tiempo, ambientazo en las calles y en la plaza un lleno aparente al reclamo de un cartel mixto que anunciaba a la actual figura del rejoneo junto a dos veteranos más que conocidos en Olivenza. Enrique Ponce y El Juli. Pese a la triple puerta grande, la actuación de El Juli superó en méritos a los de sus compañeros de cartel.

Ventura lidió como primero a un ejemplar de Guiomar de Moura con volumen y buen tranco en sus embestidas. El rejoneador se mostró sobrio y destacó sobre todo en la monta de Lío con las banderillas, dando distancia en el cite y dejándose llegar mucho al toro. Un pinchazo antes de medio rejón de muerte y un golpe de descabello enfrió a los tendidos, que tributaron una ovación final al caballero hispano-luso.

El primero de lidia a pie de Garcigrande fue horriblemente lidiado. Tanto a caballo como en la brega como después en un desordenado tercio de banderillas. El toro venía incierto en el inicio de faena y Enrique Ponce no terminó de quedarse quieto. Los pases por bajo sonaron a recurso ante la falta de firmeza de plantas. El toro, mansito, la tomaba de maravilla por abajo con calidad. Pero el valenciano se dedicó más a lo fuegos de artificio que al toreo fundamental. La cercanía de Fallas, digo yo. Salvo una tanda a derechas ligada a base de medios pases y la pierna de salida retrasada, el resto fue una exhibición de distintas suertes de adorno, poncina incluida. La faena de Ponce pareció a una exhibición de los Globertrotters, todo espectacularidad pero poco baloncesto. Aquí, poco toreo. Pero un festivo público y un palco dadivoso le premiaron con el doble trofeo tras una estocada habilidosa.

El segundo de Garcigrande fue un buen toro, especialmente por el pitón derecho, por donde empujó con castita la muleta en el inicio de faena. La actuación de El Juli estuvo llena de ambición y buen toreo. Desde el saludo a la verónica, pasando por el quite por chicuelinas de compás abierto y una faena de mano baja y limpieza. De principio a fin, condujo con mando y largura las notables embestidas del toro del hierro salmantino. Un desarme lo aprovechó para torear de rodillas al natural. Y el final explosivo en la distancia corta cuando el toro aminoró sus revoluciones, terminó por poner en pie al coso oliventino. Media estocada arriba tiró al toro de Garcigrande. Las dos orejas premiaron la plenitud de Julián.

Con el cuarto volvimos a la lidia a caballo. Ventura brindó su actuación al maestro Joao Moura. Pero el astado al que enfrentó el rejoneador tuvo menos prestaciones que el anterior. Más agarrado al piso y remiso a los cites, la labor de Ventura tuvo más altibajos. Lució con ‘Fino’ en banderillas y, pese a la espectacularidad de ‘Dólar’, falló en dos pares a dos manos montando sin cabezada. El final con ‘Remate’ y un rejonazo certero le hicieron acreedor de dos orejas en tono amable.

El quinto lució el hierro de Domingo Hernández. Más montado del cuarto delantero y unas hechuras que no entraban por los ojos, la verdad. Fue siempre un toro incierto, muy desigual en sus embestidas. Eso hizo que Ponce no se confiase nunca pese al largo metraje del trasteo. Surgieron dudas y pasos atrás cuando apretó el toro. Un pinchazo saliéndose y un bajonazo fue el colofón a la actuación del torero de Chiva.

El sexto de Garcigrande fue un toro de comportamiento cambiante. Después de que Juli firmase un vistoso quite por lopecinas y una apertura de faena dando la distancia larga a su oponente, éste tiró de freno de mano rápido. Incluso se vio a Julián algo precipitado por hacer demasiadas cosas al toro cuando éste ya nos las admitía. Una última tanda en redondo recobró algo el impulso inicial de su quehacer. Pero un pinchazo previo a una estocada desprendida le dejó sin premio final pese a una leve petición.

FICHA DEL FESTEJO

Olivenza (Badajoz), sábado 9 de marzo de 2019. 3ª de Feria. Casi lleno.

Dos toros para rejones de María Guiomar Cortés de Moura (1º y 4º), despuntados reglamentariamente y de juego desigual, siendo mejor el primero y más parado el cuarto; tres de Garcigrande (2º, 3º y 6º) y uno de Domingo Hernández (5º) para la lidia a pie. De correcta presentación y juego desigual. Mejores los dos primeros.

El rejoneador Diego Ventura, saludos y dos orejas.

Enrique Ponce, dos orejas y silencio tras aviso.

El Juli, dos orejas y silencio.