Marco Pérez triunfa y convence en Toledo, a hombros junto al debutante Pedro Rufo

Parecía materialmente imposible que la novillada pudiera celebrarse visto el estado del piso de plaza a las seis de la tarde en Toledo, pero se dió.

Marco Pérez templó las nobles embestidas del primero, con el que hubo naturales de gran armonía como nota más destacada. Al tercero le costó repetir y tuvo acometidas irregulares. El salmantino anduvo firme y perdió una oreja por pinchar. En el sexto Pérez echó el resto, en una faena repleta de garra desde el recibo de capote con un farol de rodillas, y un trasteo de muleta, también iniciado de hinojos, en el que primó la entrega, y que fue magníficamente rematada con la espada.

Pedro Rufo debutó con picadores frente a un novillo manejable aunque venido a menos demasiado pronto, pudiendo solo apuntar firmeza y buenas formas. El bronco cuarto puso a prueba la decisión de Pedro Rufo, que no se arrugó pese a las acometidas defensivas del de Montealto, al que finiquitó contundentemente a la primera, ganándose el derecho a pasear una meritoria oreja.

Tuvo relieve el saludo a la verónica de Pedro Rufo al sexto, mientras que en el último tercio la actitud del de Pepino sobresalió frente a la poco entregada condición de su antagonista. Esta vez anduvo poco acertado con la espada, lo cual no impidió que se le concediera una muy generosa oreja que le permitió salir a hombros junto a Marco Pérez.