Sergio Rodríguez corta una oreja y marca las diferencias en San Agustín del Guadalix

El abulense Sergio Rodríguez marcó las diferencias esta tarde de domingo en el tercer festejo de la Copa Chenel. El abulense ya dejó una grata impresión en su primero, un animal manejable de Montealto al que toreó con largura, mando y temple, sobre todo por el pitón derecho. Muy firme para ligar los de pecho. Pero todo lo realizado lo emborronó con dos pinchazos antes de la estocada.

La oreja llegó en el sexto, un toro hondo de El Montecillo que se lastimó de salida y comenzó a apoyar mal las extremidades. Para más inri en el comienzo de faena, el del hierro toledano dio una vuelta de campana. No le importó a Sergio, que mostró temple y paciencia para ir sosteniendo a su oponente para después, en el final de faena, dejar los mejores muletazos del trasteo, especialmente una coda final al natural a pies juntos que fue muy jaleada. Una estocada caída cobrada en dos tiempos dio paso a la concesión del trofeo.

Oliva Soto lidió como primero a un ejemplar de El Montecillo pronto y con movilidad, pero al que le faltó un punto de clase. El sevillano se confió a medias en un quehacer al que faltó siempre apuesta y ajuste.

El serio cuarto de Montealto sembró el desconcierto en los primeros tercios derribando al picador y después huyendo de los capotes. Pero cuando se quedó a solas con Oliva, rompió a noble. Faena con muchos altibajos que tampoco coronó de forma certera con la espada.

Álvaro Alarcón tuvo como primero de su lote a un animal de Montealto con el que el toledano levantó una faena correcta pero que no tuvo refrendo con la espada.

El quinto de El Montecillo se partió un cuerno por la cepa nada más salir al ruedo y fue sustituido por otro del mismo pial. Este sobrero embistió con nobleza y buen son, permitiendo al toledano dejar muestras de su buen concepto, aunque al conjunto le costó levantar el vuelo. En ambos fue silenciado.