CÁDIZ
Siete orejas en un emotivo festival en Sanlúcar de Barrameda a beneficio de "Mi sobrino Manuel"
Borja Jiménez y El Melli cortaron dos orejas, por una que pasearon Ponce, Aguado y el novillero Aarón Palacio.
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Los diestros participantes junto al subalterno Juan Sierra y su sobrino Manuel
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Sanlúcar de Barrameda vivió una jornada memorable con el festival taurino a beneficio de la Asociación 'Mi Sobrino Manuel'. Con el 'Coso del Pino' lleno hasta la bandera y un ambiente festivo, la tarde estuvo marcada por la solidaridad y la pasión por la tauromaquia.
Abrió plaza Enrique Ponce con un animal de Fermín Bohórquez al que le sacó todo el partido posible. Con su habitual elegancia y temple, llevó la embestida a su terreno y dejó momentos de gran clasicismo. Una estocada certera le valió una oreja.
Manzanares desplegó su toreo de empaque y sensibilidad ante un astado de Álvaro Núñez con clase pero que se rajó a mitad de faena. A pesar de su esfuerzo, el fallo con la espada le privó de trofeos, recibiendo una gran ovación.
El sevillano Borja Jiménez firmó una de las mejores faenas de la tarde. Con un animal noble de La Palmosilla, su toreo largo y profundo conectó con los tendidos, logrando dos orejas tras una gran estocada.
El también sevillano Pablo Aguado se enfrentó a un novillo incierto de Ave María, al que logró imponerse con temple y firmeza. Supo administrar los tiempos y cerró con naturales llenos de torería. Una estocada efectiva le aseguró una oreja.
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Borja Jiménez dando la vuelta al ruedo junto al pequeño Manuel
El torero local Germán Vidal 'El Melli' fue recibido con gran expectación y no defraudó. A un ejemplar de Virgen María le realizó una faena redonda, repleta de emoción y entrega. Dos orejas más que merecidas.
El novillero zaragozano Aarón Palacio dejó claro su compromiso con la profesión. Con un novillo encastado de Fuente Ymbro, aguantó con valentía y dejó destellos de buen toreo. Cortó una oreja tras una labor intensa.
Cerró la tarde el novillero de Morón de la Frontera Martín Morilla con un novillo exigente de Luis González. A pesar de las dificultades del astado, estuvo firme y demostó una gran capacidad. Fue ovacionado con fuerza por su entrega.
El festival benéfico de Sanlúcar volvió a demostrar que la tauromaquia es arte, pasión y, en esta ocasión, también solidaridad. Una tarde para el recuerdo en el 'Coso del Pino'.