MADRID
Solvencia sin brillo de Uceda y Robleño frente a la mansedumbre de Valdefresno
La Corrida Goyesca del 2 de Mayo en Las Ventas resultó un espectáculo plúmbeo y anodino por el juego del hierro salmantino.
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El todo Madrid en Las Ventas al reclamo de la Fiesta. Un Dos de Mayo que congregó a un notable número de aficionados que este martes acudieron en directo a un festejo que había perdido interés y asistencia en los últimos años.
Dos toreros de Madrid y del gusto de su afición, Uceda Leal y Fernando Robleño, que recogieron una ovación como reconocimiento a sus faenas del pasado año en este mismo ruedo. Después, casi la nada por culpa de un encierro desesperante de Valdefresno por su escasa casta.
Solo el primero, dentro de su mansedumbre, sacó veinte arrancadas potables y continuadas que fueron aprovechadas por Uceda para ligar los momentos más artísticos de la tarde. Muy firme el madrileño, que sin pensárselo se puso a torear en redondo con expresión t temple. Tandas cortas, tres y el de pecho, para dosificar al toro. El trazo bello y el remate muy empacado. Como los de pecho, a la hombrera contraria. Al natural también hubo una tanda de nivel, a la altura que pedía el de Valdefresno. Pero con todo a favor, Uceda falló en su especialidad, la espada.
El tercero no regaló ninguna embestida potable pese a la insistencia del torero del barrio de Usera, que acabó desesperándose con el colorado quinto, que llegó desfondado y totalmente parado el último tercio.
Fernando Robleño vio como la clase en la embestida de su primero no vino acompañada de la fortaleza necesaria. Pañuelo verde y a otra cosa. La otra cosa fue un sobrero serio y montado de Pereda que resultó bronco y duro. Loable la paciencia del diestro con él, desengañándole y consintiéndole en la primera parte del trasteo para después apretarlo en el final para robarle dos tandas, una por cada pitón, de mucho mérito. Pero la espada no viajó certera en los primeros intentos y no pudo haber premio tangible.
El cuarto de Valdefresno no se definió en los primeros tercios. Saliendo suelto de los capotes y del peto. Robleño lo administró en tandas cortas de buen aire. Faena a más, con el torero toreando muy abandonado y redondo. Pero el toro cantó la gallina y buscó tablas. Hasta el tercer intento la espada no entró.
El sexto fue un buey de carretas con el que el torero de San Fernando de Henares recorrió buena parte del ruedo buscando que el animal se tragase varios muletazos ligados. Hasta que no llegaron a la puerta de chiqueros no hubo esa opción. Pero fue solo una serie. Imposible del todo el lucimiento.
Madrid, martes 2 de mayo de 2023. Corrida Goyesca. Más de tres cuartos de plaza.
Cinco toros de
, bien presentados y en tipo. Conjunto manso y descastado. Destacó la nobleza de primero y cuarto mientras duraron. Un sobrero de
(2º bis), bien presentado y de juego bronco y exigente.
Uceda Leal, saludos, silencio y silencio.
Fernando Robleño, silencio, palmas tras aviso y silencio.