El trazo de Martínez y la entrega de Perera conquistan Villaseca

Diego San Román volvía a Villaseca como triunfador del Alfarero pre-pandémico. Y si hubiese que destacar una cualidad de su primera actuación, esa fue la firmeza de plantas. Quieto como una vela se quedó en el quite por gaoneras que firmó tras el tercio de varas. Después, el novillo de Jandilla no terminó de entregarse. El azteca quiso llevarlo siempre por abajo, muy roto con él. Mejor a derechas, ya que al natural tendió a soltar más la cara el novillo. Un metisaca que hizo guardia y una estocada corta dejó todo en silencio.

El cuajado cuarto manseó más de la cuenta desde el prólogo de faena de rodillas de San Román. Le planteó batalla en los medios para quitarle querencias, pero el utrero solo quería la zona de tablas. Quiso apurar en un final por bernadinas y lo que se llevó el mexicano fue una fuerte voltereta. Tras una estocada desprendida saludó una ovación.

Jorge Martínez lidió como primero de su lote un animal que se rajó pronto. El almeriense, que había dejado muestras de su buen concepto al natural mientras el toro aguantó en los medios, acabó de sujetarlo en los terrenos de tablas y lo exprimió en la distancia corta. Se tiró por derecho a matar y dejó una estocada entera que necesitó de un golpe de verduguillo. Se pidió la oreja, pero el palco no consideró que hubiese mayoritaria. La vuelta al ruedo fue el premio final.

Dónde ya no tuvo más remedio que conceder la oreja fue en el quinto, un enclasado y noble novillo al que Martínez cuajó de notable forma con la muleta. Expresión y trazo fueron las armas que puso sobre el tapete el novillero. Llegó mucho al tendido por ese concepto puro que tiene. Agarró la estocada de la que salió prendido sin consecuencias. El trofeo paseado tuvo su peso y valor.

Manuel Perera presentó sus credenciales en Villaseca yéndose a portagayola a recibir a su primero. No se dejó nada en el tintero el joven pacense. El inicio de faena de rodillas evidenció que sabe correr la mano de hinojos y también la notable clase del ‘jandilla’ por el pitón derecho. Por ahí llegaron los mejores pasajes del trasteo. Templado y ligado, Perera llegó mucho a los tendidos del coso de La Sagra. Tras una estocada casi entera se pidieron las dos orejas, pero el palco redujo el premio a un apéndice.

Con el deslucido sexto, Perera se mostró dispuesto aunque su labor fue más deslavazada.

Villaseca de la Sagra (Toledo), lunes 6 de septiembre de 2021. 2ª de Feria. Casi lleno sobre el aforo permitido.

Novillos de Jandilla, de desiguales hechuras y remates. También de variado juego. Destacaron la clase y nobleza de los lidiados en tercer y quinto lugar.

Diego San Román, silencio y saludos.

Jorge Martínez, vuelta tras aviso y oreja.

Manuel Perera, oreja con dos vueltas al ruedo y silencio.