La DGT avisa: ¿Cada cuánto debes cambiar el limpiaparabrisas del coche?

Con el verano a la vista y el buen tiempo en general, utilizamos más el coche para desplazarnos. Apetece salir y disfrutar del campo. En ocasiones, muchas horas de viaje que ponen a prueba el buen estado de nuestro vehículo. La DGT recuerda que alrededor de 1,7 millones de vehículos sufren averías cada año durante los desplazamientos de la época estival.

De ahí la importancia de hacerle una puesta a punto al coche para evitar sorpresas o sustos inesperados en carretera. Cierto es que hacemos nuestras revisiones periódicas y que estamos especialmente pendientes de algunos elementos. Es el caso de la batería que controla funciones tan evidentes como la iluminación, el aire acondicionado o la radio. También solemos echar un ojo a las ruedas, sus dibujos y presión, para valorar su estado y determinar el agarre del coche, al líquido de freno, el aire acondicionado o el nivel de aceite.

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Menos atención le prestamos a otros elementos relacionados con la visibilidad, imprescindible para poder anticiparnos a cualquier accidente. No hay que olvidar que el 90% de la información que llega a nuestro cerebro se produce a través de la vista, por eso es igualmente importante revisar otros elementos que pasan más desapercibidos.

LIMPIAPARABRISAS

Luces, faros y limpiaparabrisas ayudan a la visibilidad del conductor. Precisamente estos últimos están entre los elementos a los que menos atención prestamos, según recuerda la DGT. Y mantenerlos en buen estado es crucial de cara a asegurarnos que las precipitaciones, suciedad o cualquier imprevisto pueda poner en jaque nuestra seguridad al volante. Unos limpiaparabrisas en mal estado implican una pérdida de visibilidad de entre un 20% y un 30% en el vehículo.

Lo peor es que muchas veces nos damos cuenta de que su estado no es óptimo tarde, cuando la lluvia o la nieve ya han hecho acto de presencia y las posibilidades de recambio son casi nulas.

Por eso, debemos prestar atención de manera periódica. Es aconsejable limpiar de vez en cuando las escobillas con un paño con agua para eliminar la grasa y la suciedad. Además hay que mirar que no están torcidas, y deser así corregir el desvío con la mano.

También es importante comprobar que el depósito tiene líquido. Si no es así, hay rellenarlo y añadir anticongelante para el invierno.

Además hay que revisar que no estén obstruidos los conductos por los que sale el líquido hacia el parabrisas.

CUÁNDO CAMBIARLOS

Lo recomendable es cambiarlos cada seis meses o al menos una vez al año, aunque debemos prestarles atención por si necesitaran un cambio antes debido a su estado, bien porque no se adapten a la curvatura de la luna del coche, o porque las gomas estén duras y chirrien al limpiar.

Cambiar los limpiaparabrisas no es complicado si se sabe cómo. Toma nota:

.- En primer lugar debes de comprar unas escobillas de calidad compatibles con tu coche, en longitud y modelo.

.- Después debemos levantar el brazo móvil de cada limpiaparabrisas y ponerlo en vertical. Acto seguido extraemos la escobilla vieja presionando una pestaña que facilitará que salga.

.- Por último hay que introducir la escobilla nueva apretando esa pestaña y comprobar que queda bien anclado, escuchando un clic.

.- Ponerlos en marcha es la mejor manera de ver que los hemos cambiado correctamente.