Cáncer de piel: estas son las claves para diferenciar un lunar de un melanoma
Peca, lunar o melanoma, te contamos las señales que debes de tener en cuenta para no dejar pasar una lesión maligna
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La piel es el órgano más grande del cuerpo y pese a su importancia muchas veces no le prestamos la atención que merece. En ella pueden aparecer lunares, pecas o los temidos melanomas.
De serie, la mayoría tenemos lunares. A lo largo de nuestra vida podemos desarrollar una media de entre 20 y 50 y en su aparición influyen factores tanto genéticos como ambientales que vienen dados sobre todo por la exposición de nuestra piel al sol.
En buena medida los lunares pueden ser inofensivos, sin embargo, debemos de estar siempre atentos a sus posibles cambios de tamaño, forma, color, o textura que nos pueden advertir de algo más grave; el melanoma, el tipo más serio de cáncer de piel.
LUNAR, PECA O MELANOMA
La revisión y el escaneo periódico de nuestra piel juega un papel importante si queremos detectar cualquier alteración a tiempo. Aunque el melanoma no sea el cáncer de piel más habitual, es más peligroso dada su capacidad para expandise a otras zonas del cuerpo.
Pero, ¿qué señales nos pueden avisar de que algo no va bien? A diferencia de un melanoma, un lunar, es una lesión benigna de la piel formada por un grupo de melanocitos (células que elaboran melanina, sustancia que le da color a la piel y los ojos)", según explican desde el Instituto Nacional del Cáncer. Por lo general, "un lunar es oscuro y a veces sobresale de la piel".
Un lunar normal "es una mancha de color uniforme café, canela o negro en la piel. Puede ser plano o prominente, redondo u ovalado. Generalmente mide menos de 6 milímetros de ancho. Algunos lunares pueden estar presentes al momento de nacer, pero la mayoría aparece durante la infancia o la juventud", advierten desde la American Cancer Society.
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Las pecas por su parte, son también lesiones benignas formada por las células que sintetizan el pigmento de la piel y que se "pueden oscurecer ante la exposición solar o durante el embarazo, y durante la edad adulta tienen tendencia a perder progresivamente su pigmentación e, incluso, pueden desaparecer". Suelen ser manchas marronaceas o negras cercanas al medio centímetro.
SEÑALES DE AVISO: EL PATITO FEO
Dejamos de hablar de lesión benigna si vemos alguna alteración en tamaño, forma o color en alguno de nuestros lunares. También puede darse el caso de que alguno de los lunares "luzca distinto a los otros en la piel, lo que se conoce como el signo del patito feo".
LA REGLA DEL ABCDE
Una buena forma de no pasar ninguna señal por alto en una autoexploración es recordar la regla de ABCDE. Según advierte la American Cancer Society, debemos de tener en cuenta que podríamos estar ante un melanoma si vemos alguna de estas señales, en cuyo caso debemos acudir inmediatamente al especialista:
También debe de ponernos sobreaviso:
.- La aparición de una llaga o ulceración que no sane
.- Propagación del pigmento del borde de una mancha hasta la piel circundante.
.- Enrojecimiento o una nueva hinchazón más allá del borde del lunar
.- Cambio en la sensación (comezón, dolor a la palpación o dolor)
.- Cambio en la superficie de un lunar (descamación, exudación, sangrado, o la apariencia de una protuberancia o nódulo)
Recuerdan además que "una pequeña porción de melanomas comienza en lugares distintos a la piel, como debajo de las uñas o de un dedo del pie, dentro de la boca, o incluso en la parte coloreada del ojo (iris), por lo que es importante mostrar a un médico cualquier punto nuevo o cambiante en estas áreas también".