La metedura de pata que cometes siempre al freír pescado y que arruina tu plato

Los nutricionistas lo repiten siempre: una buena dieta saludable debe incluir pescado de vez en cuando. El hombre lleva comiendo pescados y mariscos desde la antigüedad. Y es un alimento al que comúnmente recurrimos cuando estamos de dieta o cuando queramos tomarnos un plato más ligero. Pero aunque puede parecer un plato sencillo de preparar no siempre es así. En muchas ocasiones cometemos varios errores a la hora de pasarlo por la sartén que pueden echar a perder la pieza, ya optemos por hacerlo 'vuelta y vuelta' o los rebocemos con una fritura crujiente.

Sin embargo, es a la hora de cocinarlo a la plancha cuando cometemos la mayoría de fallos, sobre todo al tratar la pieza. Y es que el pescado es uno de los alimentos más delicados a la hora de cocinar, cambiando no solo su sabor, sino que podemos quemar la pieza en un descuido. A pesar de que la maduración de estas piezas se está convirtiendo cada vez en una costumbre más habitual en las cocinas del mundo, todavía acudimos al mercado o al super para encontrar la pieza fresca, sabrosa y tierna que nos alegre las comidas o las cenas en casa. Sin embargo, en COPE te avisamos para que no cometas estos errores y el pescado te quede mejor que perfecto.

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NO PREPARAR EL PESCADO ANTES DE LA SARTÉN

Puede parecer algo poco común, pero en realidad muchas personas fríen la pieza de pescado tal cual la han comprado de la pescadería. No debemos olvidar que hay que lavar el trozo antes de comenzar a cocinarlo. Podemos hacerlo nosotros o podemos pedirle al pescadero que lo haga por nosotros, pero ningún caso debemos freírlo sin antes haberlo lavado. Incluso debemos tener cuidado con las piezas pequeñas como los boquerones, y limpiarle y quitar las vísceras con el dedo antes de lavarlos en el fregadero.

Otro detalle previo a la sartén que solemos saltarnos con las prisas del día es secarlos debidamente. En muchas ocasiones nos puede el reloj y nos apresuramos a freír el pescado sin haberlo secados del todo y, para ello, debemos emplear trozos de papel. No solo porque acabemos de lavar las piezas de pescado que llegan del mercado, sino porque, en muchas ocasiones, sueltan su jugo mientras permanecen en la nevera.

NI QUITARLE LA PIEL NI ECHARLE SAL

Si le quitamos la piel al pescado, corremos el riesgo de que la pieza se deshaga en la sartén o pierda su jugo mientras se cocina al fuego por el efecto del calor. Por ello, es fundamental que mantengamos el corte del trozo de pescado que tiene de la pescadería o del supermercado. Además, podemos quitarle la piel después de haberlo cocinado si no nos gusta.

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Además, debemos tener cuidado de no salar la pieza antes de cocinarla en la sartén. La sal, concretamente en el pescado, tiene un efecto secante sobre la carne, por lo que puede perder su jugo. Este paso, no obstante, sí que podemos saltárnoslo en el caso tanto de los guisos como cuando queramos rebozar el pescado.

NO CALENTAR LA PLANCHA ANTES DE PONER EL PESCADO

Otro detalle que suele ser evidente pero que muchos pasan por alto es calentar lo suficiente la plancha o la sartén antes de poner el pescado. Los expertos aconsejan que, cuanto menos tiempo pase la pieza sobre la sartén, mejor. El contacto debe ser lo más corto posible y, si tenemos que esperar que se caliente la sartén mientras se cocina el pescado, pierde demasiado jugo y la carne queda seca.