El peligro al que se enfrentan los niños en los parques infantiles que acaba en diarrea: así lo puedes evitar
Se rebozan por el césped, construyen castillos de arena en los areneros y toquetean todo lo que se encuentran, por lo que es habitual que surja este problema entre los más pequeños
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Con el creciente protagonismo de la tecnología en el tiempo libre de los niños, la forma de jugar al aire libre se ha ido perdiendo. Las formas de relacionarse de carácter virtual, ya sea a través de aplicaciones como WhatsApp o con videojuegos está dejando en el olvido aquellos juegos clásicos infantiles que eran la opción más divertida para socializar y disfrutar en periodos vacacionales. Aun así, todavía los parques tienen su protagonismo para que los más pequeños de la casa disfruten del tiempo libre.
Son un lugar de recreo imprescindible en nuestras ciudades y los niños lo pasan en grande, pero también entrañan peligros. En ocasiones no somos conscientes los padres de que no son lugares exentos de riesgos, en los que nos podemos olvidar de la seguridad de nuestros hijos. En España, de cuando en cuando, se ven noticias trágicas sobre accidentes de pequeños sucedidos en parques infantiles. La seguridad ha avanzado mucho en estos lugares en cuanto a los materiales de fabricación y las superficies, pero hay que mirar más allá.
Caídas desde equipos altos, como columpios para colgarse o desde lo alto de un tobogán, tropezones con los columpios o estructuras de juego, golpes por uno de los equipos, cortes o raspaduras con bordes afilados, son recurrentes. Los cardenales con los que vuelven los más pequeños también son símbolo de habérselo pasado muy bien. Siempre que no haya heridas en la cabeza o que se produzcan traumas como fracturas de huesos, torceduras y heridas en los dientes y la boca. En esta ocasión nos centramos en cuestiones que no se ven.
Los avisos de Herrera a su hijo
Los parques públicos y los areneros son una importante fuente de infección por parásitos, especialmente para los niños. Sobre todo porque los perros y gatos también son una fuente de infecciones parasitarias para los humanos que debemos tener en cuenta. El riesgo aumenta con los niños, que aún son vulnerables. Está contrastado que las infecciones parasitarias intestinales son una de las causas más comunes de diarrea a esas edades, tanto que 267 millones de niños en edad preescolar y 568 millones en edad escolar viven en áreas de prevalencia de estos microorganismos.
Los parques infantiles y los jardines públicos representan un importante foco de infección por estos parásitos para los seres humanos, especialmente para los niños. A veces la infección es asintomática, pero otras puede causar fiebre, tos, dolores musculares, pérdida de apetito. Por eso se recalca que los propietarios de mascotas recojan y retiren los excrementos depositados en estos lugares. Carlos Herrera también tiene que hacer advertencias a sus hijos, aunque son mucho más mayores, en 'Herrera en COPE' como demuestra el siguiente vídeo.