¿Por qué estos pescados son peligrosos para los niños pequeños?
La presencia de mercurio en determinados pescados puede ser perjucial para población sensible
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), acaba de elevar de 3 a 10 años la edad a la que los niños pueden comenzar a tomar ciertos pescados por el riesgo que suponen para a salud al contener mercurio.
El mercurio es un contaminante medioambiental que podemos encontrar en los alimentos "debido a su presencia natural en la corteza terrestre y como resultado de la actividad humana".
A partir de su liberación al medioambiente está presente en aguas de mares y ríos y puede concentrarse, en diferetes proporciones, en los pescados. "La cantidad de mercurio en los peces está relacionada con su posición dentro de la cadena trófica, por tanto, los peces depredadores, de gran tamaño y más longevos como el pez espada, tiburón, atún rojo o lucio tienen concentraciones más altas", explica.
El mercurio puede afectar al sistema nervioso central en desarrollo, por exposición directa tras el consumo de ciertos alimentos o indirectamente al poder atravesar la placenta. También puede estar presente en la leche materna. Por ello las mujeres embarazadas, o que estén planificando estarlo, así como aquellas en periodo de lactancia, junto con los niños de menor edad constituyen la población más vulnerable al mercurio
Al margen de la presencia de este elemento en determinados pescados, AESAN deja claro que "comer pescado es seguro y saludable" ya que en la legislación alimentaria europea existen límites máximos de mercurio" que son de obligado cumplimiento y que, controlados por las autoridades sanitarias, garantizan un consumo seguro de alimentos por la población".
Además, señalan "el consumo de pescado tiene efectos beneficiosos para la salud ya que aporta energía, es una fuente de proteínas de alto valor biológico y contribuye a la ingesta de nutrientes esenciales como el yodo, el selenio, el calcio y las vitaminas A y D. También tiene un buen perfil lipídico proporcionando ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3, que es un componente de los patrones dietéticos asociados con la buena salud, y pocos ácidos grasos saturados".