Joel Dicker “La disciplina para leer debería ser como la de quemar grasas”

“Me pregunto por qué la gente no se esfuerza por tener constancia en la lectura o el teatro de la misma forma que son disciplinados en dietas o ejercicio. Quizás es porque se nos ha olvidado el poder de la literatura”. Por encima de videojuegos o internet, la falta de disciplina es la principal amenaza para la literatura según Joel Dicker. El exitoso escritor presenta en los micrófonos de ‘La Linterna’ su nueva obra: ‘La desaparición de Stephanie Mailer’.

Sobre el estilo de esta nueva obra, el autor suizo ha destacado como peculiaridad que presenta muchos personajes que tienen voz propia y gran importancia en vez de un solo protagonista. Dicker ha reconocido que ha tenido que cortar muchas partes del libro para reducirlo, algo que inicialmente le provocaba desazón, pero ahora lo considera mejorar la novela. “Es más difícil cortar que añadir” ha sentenciado.

“Tras estar todo el día sentado con el ordenador, tengo la impresión de haber vivido una jornada de aventuras”

Dicker se emociona escribiendo, no por su destreza, sino por cómo se sumerge en la historia: “Tras estar todo el día sentado con el ordenador, tengo la impresión de haber vivido una jornada de aventuras”. El autor francófono ha repasado su evolución como escritor, sobre lo que ha destacado que el protocolo de escritura y la sensación de tristeza y alivio al acabar una obra han sido inmutables durante toda su trayectoria.

Encontrar una identidad plena a cambio de perder inocencia

Para Joel Dicker, el gran regalo que le ha dado la literatura es felicidad, ya que entre líneas ha conocido su identidad como escritor. “Ahora, la escritura es lo más importante para mi y por tanto mi identidad es plena”. Sin embargo, también ha perdido la inocencia como escritor, “al tener éxito tienes un deber moral con el lector de presentar cosas diferentes” afirmaba Dicker.

Sobre la adaptación de su novela “La verdad sobre el caso Harry Quebert” a serie de televisión, Joel ha elogiado la labor del director Jean-Jacques Annaud: “cuando vi su entusiasmo con la historia supe que era él”, ha comentado. El escritor ha preferido mantenerse al margen del rodaje: “hay cosas del libro que no describo para dejarlo abierto al lector. Cada uno debe hacer lo que sabe, así que no voy a enseñar como hacer una película” ha concluido el joven escritor.