Así trabajan los rastreadores de coronavirus en Almería

En Mediodía COPE Almería hemos conocido en profundidad la labor que realizan los rastreadores de coronavirus en Almería.

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Gloria Benavides, directora de Salud del Distrito Sanitario Almería, forma parte del equipo que coordina a los rastreadores y, nos ha contado que, a primera hora de la mañana reciben del laboratorio del Hospital Torrecárdenas el parte con los pacientes que han dado positivo en el test PCR durante la jornada del día anterior.

AUTORASTREO

A partir de ese momento, se hace una intervención desde la Bola Azul. Administrativos se ponen en contacto con los pacientes, se les informa del resultado positivo, de las conductas a seguir, medias higiénicas que deben mantener en casa, en definitiva, todo lo que acarrea el aislamiento. Y, muy importante: se les pide que vayan recopilando información de sus contactos estrechos, personas con las que han mantenido contacto directo desde el inicio de los síntomas, 48 horas antes o bien desde que se han sometido a la prueba. La idea es que el contagiado ayude y se autorastree, asegura.

Después, ya intervienen los rastreadores. Se ponen en contacto con los infectados, toman nota de la información y se solventan dudas.

“Las personas que han dado positivo deben estar como mínimo diez días confinados en casa”, ha indicado Benavides. Se les podría dar el alta si los últimos tres días no tienen síntomas.

Así mismo, la directora de Salud del Distrito Sanitario Almería, ha explicado que, “si uno es contacto estrecho, también se hará la prueba PCR” y ha añadido que, “aunque sea negativa debe permanecer en cuarentena 14 días desde el último día que estuvo en contacto con el positivo”. Da igual que el contacto sea asintomático. Ese es el protocolo a seguir.

COMPORTAMIENTO DE LOS ENFERMOS CON COVID-19

“Tenemos de todo”, asegura la doctora. “La mayoría guardan la cuarentena, son respetuosos y cumplen”, señala. No obstante, reconoce que “hay un porcentaje de la población que nos plantea problemas, nos insultan, les llamamos y no nos cogen el teléfono, nos cuelgan, es una vergüenza”.