"Adolfo Bolea ha sido uno de los diez mejores jugadores de la historia del Cádiz CF"

Claro ejemplo de fidelidad a un club y de amor a unos colores más allá de besos en el escudo o palabras cara a la afición, Adolfo Bolea fue un interior derecho con un buen control y dominio del balón y goleador gracias a un notable disparo a puerta. Él lideraba al Cádiz CF en los finales de los 50 y principios de los 60, años duros para la entidad del Ramón de Carranza.

Capitaneó a los amarillos durante varias temporadas. Hasta unir su destino al Cádiz CF había recorrido España al militar en el Premiá, Sant Andreu, Español (club con el que debutó en Primera), Tenerife, Sabadell y España Tánger.

Tal y como apunta el club cadista a través de un perfil histórico creado por Juan Antonio Lebrero, su fichaje por el Cádiz CF tuvo lugar en la temporada 56/57 a petición del nuevo entrenador Santiago Núñez. Junto a Bolea llegaron, el portero García Ojeda, Granados, Domínguez y Del Pozo (aunque este último no llegó a debutar oficialmente).

Una vida en amarillo

Adolfo Bolea, que fue el quinto máximo goleador de la historia del Cádiz CF con 54 dianas, vistió la camiseta amarilla durante ocho temporadas, disputando un total de 179 partidos, logrando 48 goles además de 16 partidos de la Copa de España con 5 goles y 9 partidos de la Copa Andalucía y un gol. Además tuvo una peña con su nombre, sita en el Bar El Serrallo en la Plaza del Mentidero presidida por José Luís Lucero Bancalero.

En el remozado estadio corrió junto a una delantera inolvidable formada por Almagro, Marcelo, Mosquera y Soriano. Sus diabluras por la banda y su fidelidad le han granjeado una página de oro en el libro del centenario amarillo. Adolfo Bolea fue un torbellino por el carril de Carranza.

Antes de su retirada jugó en el Balón de Cádiz CF (64/65), siendo entrenador de este mismo club por un total de ocho temporadas. En la temporada 71/72 fue reclamado por el Cádiz CF para cubrir la plaza de segundo entrenador, y posteriormente de manera interina asumió el puesto de máximo responsable del equipo.

Tras la fundación del Cádiz B, entrenó al filial en la temporada 74/75 donde el equipo logró ascender dos categorías el mismo año. Antes de finalizar la misma se marchó al RC Portuense, siendo cubierto su puesto por Luis Escarti.

Asimismo en la labor de hombre de club, Adolfo Bolea fue entrenador ayudante con Fernando Daucik, José Antonio Naya, Domingo Balmanya y Juan Arza, entre otros.

En la temporada 75/76 volvió asumir el mando del equipo en situación complicada, logrando evitar el descenso de categoría. Por enfermedad, no pudo dirigirlo en la promoción, siendo sustituido nuevamente por Luis Escarti.

Volvió a entrenar al Cádiz B en las temporadas 80/81 y 81/82, además de hacerlo en el Racing Club Portuense, el CD San Fernando y el Puerto Real CF.

A principios del presente año 2020 Adolfo Bolea fue visitado por una representación cadista, que estuvo encabezada por el presidente Manuel Vizcaíno. Su zamarra enmarcada para el recuerdo por la Fundación Fragela, donde se encontraba.