El Seminario de Jerez inaugura su nueva sede de Madre de Dios

El convento se convirtió en seminario. La marcha de las clarisas en 2018 abrió un proceso que habría de conducir a un nuevo uso para un monasterio muy apreciado en Jerez de la Frontera que, tres años después, se convierte en nueva sede del Seminario San Juan de Ávila. La Madre de Dios que da nombre al antiguo cenobio sigue presidiendo, desde el retablo mayor, la actividad que, desde el siglo XVI, han protagonizado las religiosas que hubieron de marcharse por falta de vocaciones. Pero este sábado 6 de noviembre ha visto el templo lleno con motivo de la inauguración para su nuevo uso: unos aspirantes al presbiterado en cifra creciente en los últimos años..

Monseñor José Rico Pavés, obispo de Asidonia-Jerez, ha oficiado la celebración en la que, acompañado en la concelebración por un grupo de sacerdotes diocesanos entre los que se encontraban los rectores del propio Seminario Ignacio Gaztelu y del ISRA Alejandro Holgado, ha mostrado su satisfacción por completar, recién iniciado su episcopado aquí, la labor que iniciara su predecesor, monseñor José Mazuelos Pérez. El nombre del anterior obispo asidonense denomina uno de los salones. Por lo demás, se ha realizado un trabajo en el que mantener la estructura y elementos valiosos del antiguo convento y adaptarlo a los requerimientos de la vida en comunidad de estos jóvenes.

Tras la Eucaristía, que ha contado en la dirección de la celebración con el liturgista Luis Piñero, se ha descubierto una placa conmemorativa en el compás del templo. Allí mismo, y antes de la bendición del nuevo Seminario, se ha procedido al reconocimiento de tres instituciones determinantes en la historia del Seminario: las Religiosas Dominicas del Santísimo Sacramento que, desde su nacimiento hace más de 40 años, han atendido las antiguas instalaciones del Calvario; la Fundación Jaime González-Gordon, que tanto aliento como apoyo económico le ha dispensado, y el Colegio Montaigne (anterior Compañía de María) que lo acogió circunstancialmente durante unos años.

Durante la misa se han producido dos momentos singulares: las promesas de inicio de curso de los claustros de profesores tanto del Seminario como del Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCRA) así como la entrega de las albas a los tres nuevos jóvenes que se han incorporado en este nuevo curso. Una visita a las instalaciones y convivencia posterior, con especial presencia además de las familias de los seminaristas, ha completado una mañana verdaderamente festiva en Asidonia-Jerez.

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