Cinco años después: el 14 de marzo que paró Córdoba y cambió nuestras vidas
Conocemos las vivencias sanitarios, paciente e investigador

Reportaje en el quinto aniversario de la Covid-19
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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Cinco años han pasado desde aquel 14 de marzo de 2020 en el que la provincia de Córdoba, al igual que el resto de España, quedó paralizada por la declaración del estado de alarma. La pandemia de Covid-19 irrumpió en nuestras vidas de manera inesperada, vaciando las calles, confinándonos en casa y sumiéndonos en una incertidumbre que marcó a toda una generación.
Desde el primer momento, los sanitarios se convirtieron en la primera línea de batalla en una crisis sin precedentes. Las UCI de los hospitales se vieron desbordadas por el número de ingresos y los profesionales trabajaban sin descanso en un pulso diario con la muerte. Fernando Onieva, quien en aquel entonces era residente en la UCI del Hospital Reina Sofía, recuerda el dolor de comunicar a los familiares, vía telefónica, el fallecimiento de sus seres queridos. También relata la dureza de informar a los pacientes que serían intubados, con la incertidumbre de si despertarían nuevamente.

Fernando Onieva
Pedro Luis Gutiérrez fue uno de aquellos pacientes. Cuando le comunicaron que lo sedarían, lo primero que pensó fue en sus padres y su esposa. Hoy, cinco años después, reconoce el inmenso esfuerzo y dedicación de los profesionales de la Unidad de Cuidados Intensivos, pues tras haber vivido la enfermedad en primera persona, sabe bien lo que supone enfrentarse diariamente a situaciones tan extremas.
El doctor José Manuel Vaquero, actual jefe de Neumología del Hospital Reina Sofía, recuerda la incertidumbre y el miedo que sintieron en esos primeros meses. No sabían exactamente a qué se enfrentaban, y el temor a contagiar a sus propios seres queridos era una constante entre los sanitarios.

José Manuel Vaquero
Sin embargo, a pesar de la dura lección vivida, lamenta que la sociedad no haya aprendido lo suficiente. "Solo hay que ver lo que ocurre cada año con la gripe: una gran parte de la población no se vacuna ni toma medidas preventivas para evitar los contagios. El ser humano tiene una memoria muy corta", afirma.

José Manuel Quesada
Durante la fase más crítica de la pandemia, entre 2020 y 2022, se registraron el 80% de las muertes provocadas por el Covid-19 en Córdoba. Fueron tiempos de incertidumbre, en los que toda la atención estaba puesta en los investigadores que buscaban una vacuna o tratamientos eficaces contra el virus. Uno de estos investigadores fue el doctor José Manuel Quesada, endocrinólogo y profesor honorífico de la Universidad de Córdoba, quien desde el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (Imibic) apostó por el Calcifediol como posible herramienta para combatir el virus.
Quesada recuerda el escepticismo inicial cuando se empezaron a conocer los primeros casos en China e Italia, pero fue consciente de la gravedad de la situación al ver las imágenes de camiones del ejército italiano transportando féretros. "Entonces supe que estaba ocurriendo algo terrible", confiesa. Tras un llamamiento de las autoridades sanitarias a los investigadores, propuso el uso del Calcifediol para reforzar el sistema inmunológico y combatir la temida "tormenta de citoquinas" que provocaba daños severos en los pulmones de los pacientes. Su trabajo, junto con el de otros especialistas, llevó a la Junta de Andalucía a administrar este tratamiento en residencias de mayores, despertando incluso el interés del Parlamento Británico.
Cinco años después, la pandemia ha quedado en el recuerdo, pero las cicatrices aún perduran. Muchos familiares siguen llorando a sus seres queridos, los sanitarios continúan luchando contra enfermedades infecciosas y la sociedad sigue enfrentándose a nuevos retos en materia de salud pública. Lo que ocurrió aquel 14 de marzo de 2020 cambió nuestras vidas para siempre, y aunque la memoria sea frágil, el aprendizaje de aquellos días debería permanecer.