La incoherencia educativa afecta en la educación de tus hijos
Los hijos no vienen con un manual de instrucciones, y tampoco los padres. Siempre nos estamos preguntando qué hacer para que ellos sean felices
Córdoba - Publicado el
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Utilizando un simil, si queremos que una barca avance en una dirección concreta, es imprescindible que todos los remeros boguen en la misma dirección. Imagina que no lo hacen que unos mueven el remo hacia delante y otros hacia atrás. El resultado es una barca dando vueltas. Esa es la incoherencia y es lo que sucede con frecuencia. El profesor José Carlos Aranda, nos explica que en estos casos “le estamos enviando al niño mensajes contradictorios. Y cuando hacemos esto, ¿qué harán? La respuesta es sencilla, elegirán el camino más fácil y cómodo, y, con frecuencia, no resulta el más conveniente.
¿CUÁNDO SE PRODUCEN INCOHERENCIA EDUCATIVAS?
En educación hay tres grandes círculos de crecimiento. El más importante, el que configurará la personalidad del niño, es la familia. Cuando padre y madre no se sientan para coordinar un modo de educar, para ponerse de acuerdo en cuáles son las normas y cómo actuar frente a los problemas que vayan produciéndose, es fácil caer en la incoherencia. Aranda pone un ejemplo para que lo entendamos. “Imaginemos la típica situación en que un padre es más duro que otro, en que se juega a eso de poli bueno, poli malo. Cuando el niño quiera conseguir algo, ¿a quién crees que se dirigirá? Logrará su propósito y, a la vez, una discusión de pareja. Cuando un cónyuge, por ejemplo, impone un castigo ante un hecho concreto, es importante que el otro no lo levante ni lo contradiga. Si no está de acuerdo, debe hablarlo con él a solas y que sea el mismo que lo ha impuesto quien lo levante tras conversar con el niño”, afirma el profesor.
En el tema parental, cada familia tiene su estilo educativo, más o menos autoritario o permisivo, cada estilo tiene sus ventajas e inconvenientes, pero lo importante es ser coherentes. Decía Daniel Goleman que el peor modelo es el que no existe, porque no le estamos dando referentes válidos para la vida. ¿Cuántos de nosotros les hablamos a nuestros hijos de la importancia de la vida saludable sosteniendo un cigarrillo o un vaso de vino, por ejemplo?
EN EL COLEGIO
La escuela es el segundo círculo de influencia en el desarrollo de la personalidad. Para Aranda “lo ideal sería que fuera una prolongación de la familia, es decir, que el modelo, las normas y el trato personal fueran lo más cercanas y similares posibles. Para ello, los padres deberían poder elegir una escuela con estas características. Y lo profesores conocer y acercarse a las familias. Pero esto no siempre es posible como todos sabemos”. Hoy el sistema educativo puede actuar en contra de la familia. Este es el segundo peligro: la incoherencia educativa. Cada vez hay una imposición ideológica más fuerte en los programas que, a veces, choca frontalmente con los valores familiares.
A esto se refiere Aranda, porque “cuando esto sucede, la escuela se convierte en un contravalor que enfrenta al niño a elegir entre la integración escolar o la integración familiar. O estás de acuerdo y sigues los pasos de tu familia y reniegas de lo que te dicen en el colegio, o reniegas de lo que te dicen tus padres y sigues la senda de lo que te dicen en la escuela. ¿Qué tiene más probabilidad de triunfar? La respuesta vuelve a ser fácil, el camino más cómodo y placentero”.
Descubre todo lo que nos ha explicado el profesor en Mediodía COPE.