Lucena se une a Montilla y Puente Genil en medidas para ahorrar agua

El municipio cordobés de Lucena ha decretado este miércoles nuevas medidas extraordinarias para afrontar la crisis de abastecimiento de agua, sumándose así a las acciones similares adoptadas recientemente por Montilla y Puente Genil. Esta decisión, formalizada a través de un bando publicado por la Alcaldía, responde a la crítica situación que enfrenta la red de abastecimiento de la zona sur de la provincia de Córdoba. El alcalde de Lucena, Aurelio Fernández García, ha tomado esta determinación siguiendo las recomendaciones de la empresa provincial Emproacsa, encargada de la gestión y solución de las averías que han afectado gravemente el suministro.

En el bando emitido, el alcalde Fernández García alerta sobre el delicado estado de la infraestructura de abastecimiento de agua en la región, especialmente durante la temporada estival. "En el sistema de abastecimiento de la zona sur de la provincia de Córdoba, la época estival es el periodo del año donde las redes de transporte de agua sufren un mayor índice de averías, ocasionadas por el mal estado de las mismas debido a su elevada antigüedad y obsolescencia", explica el documento.

Esta situación se ve agravada por la dificultad para recuperar los niveles normales de almacenamiento en los depósitos supramunicipales, lo que pone en riesgo el suministro adecuado a los municipios. La preocupación del consistorio no es infundada. Entre el 29 y el 31 de julio, la red de abastecimiento de la zona sur, gestionada por Emproacsa, sufrió una serie de averías importantes que redujeron drásticamente los niveles de agua almacenados en los depósitos de regulación que abastecen a Lucena y otros municipios cercanos.

Este descenso alarmante en los recursos hídricos ha obligado a las autoridades locales a actuar de manera rápida y decidida para evitar cortes de suministro inminentes. Para hacer frente a esta crisis, el Ayuntamiento de Lucena ha implementado una serie de medidas restrictivas que buscan preservar los recursos hídricos disponibles. La primera medida destacada en el bando es la prohibición del uso de agua potable para el llenado de piscinas y para labores de baldeo en las calles.

Esta decisión refleja la necesidad de priorizar el agua potable para el consumo humano y otros usos esenciales, en lugar de emplearla en actividades recreativas o de limpieza que, en estos momentos, resultan secundarias. Además de la prohibición del llenado de piscinas, se ha ordenado una drástica reducción en el riego de parques y jardines públicos, limitándolo a niveles que aseguren la supervivencia de las plantas, pero sin despilfarrar el valioso recurso.

Estas restricciones se aplicarán a partir de las 00:00 horas del 8 de agosto de 2024, y la Policía Local estará encargada de vigilar y controlar el cumplimiento de estas normas, para garantizar que se respeten las nuevas disposiciones. El alcalde Fernández García también ha apelado al sentido de responsabilidad y solidaridad de los ciudadanos, organismos, empresas y colectivos sociales de Lucena, instándolos a hacer un uso racional y responsable del agua. "Rogamos a toda la ciudadanía que se lleve a cabo un uso racional, responsable y solidario de un bien tan escaso como es el agua, y se realice un esfuerzo colectivo y solidario de ahorro, restringiendo el consumo de agua potable, aunque ello suponga molestias e incomodidades", subrayó el alcalde en su comunicado.

Estas medidas extraordinarias no solo se enmarcan en la respuesta inmediata a la actual crisis de abastecimiento, sino que también forman parte de un enfoque a largo plazo para la gestión sostenible de los recursos hídricos en la región. El bando menciona que las acciones adoptadas están alineadas con el Plan de Gestión de Riesgo por Sequía de Emproacsa, la Ordenanza Provincial que regula medidas excepcionales frente a la sequía y el Plan Especial de Sequía de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir.

La situación en Lucena, Montilla y Puente Genil es un reflejo de la creciente presión sobre los recursos hídricos en muchas partes de España, donde las sequías prolongadas, el cambio climático y el deterioro de las infraestructuras están planteando desafíos sin precedentes para la gestión del agua. Las medidas adoptadas por estos municipios son un recordatorio de la importancia de la conservación del agua y la necesidad de invertir en la modernización de las redes de abastecimiento para evitar crisis futuras.