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Ayer, mi amiga Esther, me envió un vídeo que había grabado, casualmente, al ir a comprar el pan.
Al ver las imágenes y escuchar el contenido me pareció un documento excepcional, para contar en un BD.
La historia tenía tres protagonistas: la ciudad, un cantaor de fandangos y un guitarrista urbano
El primero es la ciudad, como lugar donde nacemos, vivimos y morimos. Espacio de convivencia, dialogo y encuentro. Fuente de la innovación, las tecnologías, la creatividad y el arte.
El escenario donde se desarrolla la escena es entre la calle Marina y la Placeta, frente al histórico y singular edificio del Comercial
El segundo protagonista del video es la figura humana del cantaor: Domi, un vecino de Alosno, capaz de improvisar y cantar un fandango en la calle, con mucho arte y sentimiento:
“¡Ay, ay, me da miedo cantar…/El trigo y entre las flores /siempre mira la amapola /Y yo elijo a mi Dolores /¡Ay, ay Dolores, Lolita, Lola”.
Domi (Alosno), que estaba de compras en la capital, se encontró, por sorpresa, en la capital, a un joven conocido de Villanueva de las Cruces (Andévalo), tercer protagonista de la preciosa historia.
Un profesional de la guitarra que, ante la falta de trabajo, por el Covid, se ha echado a la calle a tocar la guitarra en la calle, para el publico, a expensas de la generosidad de los transeúntes.
La conjunción del escenario urbano, el quejío del cantaor de fandango y el arte y sensibilidad del guitarrista, consiguieron crear un mágico momento en el centro de la ciudad de Huelva.
Este fantástico momento pudo ser grabado por los móviles del amplio grupo de personas que tuvieron la suerte de vivir y disfrutar el fantástico momento
Entra ellas estaba mi amiga Esther, quien iba a comprar el pan, y se quedó fascinada al ver cantar y tocar la guitarra en la Placeta, calle históricas de una Huelva que es, entre otras muchas cosas, un paraíso de la luz, del sol y del fandango. ¡BUENOS DÍAS!