La sorprendente anécdota que cuenta un capitán de la Guardia Civil de Tráfico: "Líquido refrigerante y flexiones"

La provincia de Málaga tiene casi 450 kilómetros entre autovías y autopistas. Quienes se encargan de la vigilancia de las mismas son las unidades de la Guardia Civil de Tráfico, que en muchas ocasiones se encuentran con situaciones inverosímiles. En el día a día de un agente de la Guardia Civil de Tráfico existen diversas labores, entre las cuales se encuentra los perceptivos controles de alcohol y drogas. 

Aunque parezca increíble, hay muchísimas personas que de manera irresponsable conducen un vehículo bajo los efectos del alcohol y las drogas. Los efectos del alcohol al volante son peligrosos y por ello la Guardia Civil se empeña cada año en realizar campañas de controles en las distintas autovías y autopistas de España. En muchos de esos controles, los agentes se encuentran con situaciones absurdas que rozan lo ridículo, y que tienen como protagonistas a conductores con tasas altas de alcohol.

Muchas de estas situaciones las ha vivido el capitán de la Guardia Civil, Miguel Ángel Benítez, Jefe del Subsector de Tráfico de Málaga, que explica en COPE Málaga las labores de esta unidad especializada. “Nuestro principal cometido es el auxilio y la protección de usuarios en carretera”, cuenta entre otras muchas cosas.

LA LABOR DE LA GUARDIA CIVIL DE TRÁFICO

La Agrupación de Tráfico es la unidad de la Guardia Civil, que este año cumple 65 años, que tiene como principal labor la vigilancia del tráfico en vía interurbana, es decir, el auxilio y la protección de usuarios en carretera es su cometido primordial. ¿Y esto cómo se lleva a cabo? Pues el capitán responde así: “Por un lado, hacemos una vigilancia y control del tráfico, también del transporte, en el cual tenemos unas relaciones con el Ministerio y las delegaciones territoriales de la Junta de Andalucía a través de sus inspectores. También hacemos acompañamiento y protección a transportes especiales, pruebas deportivas, romerías o eventos culturales”.

Pero no lo solo eso, sino que Miguel Ángel Benítez también añade que se encargan de la regulación y fluidez de carretera. “También nos encargamos de la investigación de delitos de seguridad vial y en caso de siniestros viales por si pudiera conllevar alguna responsabilidad penal. El año pasado realizamos casi 7.000 auxilios e hicimos una media de 14 puntos de alcoholemia por día, 4 de velocidad y 11 de transportes”, comenta.

HELICÓPTEROS, DRONES Y MOTOS CAMUFLADAS

Una de las mayores preocupaciones y donde la Guardia Civil de Tráfico suele poner muchísima atención es en los llamados puntos negros de las carreteras, es decir, zonas con un alto nivel de peligrosidad, con curvas pronunciadas y poca visibilidad por lo general, donde suelen producirse muchos accidentes. Estos tramos, además, son de alta siniestralidad en motocicletas.

Para intentar evitar estos accidentes, los agentes realizan habitualmente operativos de vigilancia en esas carreteras con helicópteros o drones. Miguel Ángel Benítez explica que en la provincia de Málaga este verano han implementado también el uso de motocicletas camufladas para detectar conductas temerarias. “Esa moto camuflada dará aviso a alguna patrulla uniformada para la detención del vehículo o motocicleta en el caso de que sea necesario”.

LOS PELIGROS DE IR A UNA VELOCIDAD INADECUADA

Según explica en COPE el Jefe del Subsector de Tráfico de Málaga, la probabilidad de sufrir lesiones graves o de morir es mucho mayor si se conduce a una velocidad inadecuada. “Conforme coge velocidad, el vehículo va acumulando energía cinética, es pura ley física”. Para que quede claro, pone algunos ejemplos: “Si chocamos nuestro vehículo con un obstáculo fijo y vamos a 50 km/h, es como si nos tiráramos con ese vehículo de un tercer piso. Si vamos a 120 km/h, es como si nos tiráramos de un piso 14, y a 180 km/h, de un piso 36”, cuenta.

Otro efecto que tiene la velocidad en tema de siniestralidad es la distancia de seguridad. A mayor velocidad, más distancia vamos a necesitar si queremos detener por completo el vehículo. “Si vamos a 130 km/h, necesitaremos 136 metros para conseguir detener el vehículo en condiciones normales”, explica el capitán Benítez, que también aclara que puede variar esa distancias debido a diferentes factores como, por ejemplo, el estado de la vía, del conductor o del vehículo.

tres factores claves en la siniestralidad

Hay tres factores importantes relacionados con la siniestralidad: la velocidad, el alcohol y las drogas, y las distracción. “Distracción no es solo el uso del móvil, sino también el manejo de luz, de la radio, del GPS, fumar, comer, peinarse, buscar un objeto, pintarse... Y otra infracción que llama la atención es el uso del cinturón de seguridad, el año pasado en España, uno de cada cuatro usuarios que fallecieron no hacían uso del cinturón de seguridad”, explica.

ALCOHOL, DROGAS Y PSICOFÁRMACOS

Según la memoria de este año del Instituto Nacional de Psicología y Ciencias Forenses, de los fallecidos en siniestros viales a los que se les hicieron la autopsia, más de la mitad tenían en su organismo alcohol, droga o psicofármacos. El alcohol es una droga depresora que afecta gravemente en la percepción del conductor. 

“Ante los estímulos, le puede costar más que a una persona que no ha ingerido alcohol, tardará más en tomar una decisión, en reaccionar. También es mucho más susceptible de que sufra una distracción o se quede dormido”, comenta Miguel Ángel Martín.

LOS MITOS PARA REDUCIR EL ALCOHOL

Muchos son los mitos que hay alrededor de intentar reducir la cantidad de alcohol en el organismo. Muchos conductores, cuando dan positivo en la prueba de la alcoholemia, intentan reducir la tasa con algunos trucos que de nada sirven. Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico en muchas ocasiones se encuentran con situaciones inverosímiles.

Como cuenta el capitán, nuestro organismo tarda unos cinco minutos en absorber el alcohol en nuestro organismo y el punto máximo de alcohol suele llegar entre los 30 y los 90 minutos después de la última ingesta. Además, explica algunas de las situaciones sorprendentes que ha vivido en algún que otro control de alcoholemia.

“He visto a gente que bebe líquido refrigerante porque se cree que así va a bajar el alcohol que tiene en el cuerpo. Otros se ponen a correr y a hacer flexiones, y también recuerdo en época de carnavales que hubo varios positivos y todos estaban disfrazados, fue gracioso porque todos estaban ahí en el control vestidos se superhéroes de Marvel”, finaliza.