SALUD
Los importantes consejos para frenar la obesidad infantil que aún desconoces
Los niños que no practiquen hábitos saludables durante la infancia pueden convertirse en adultos enfermos
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
La Organización Mundial de la Salud define el sobrepeso y la obesidad como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que supone un riesgo para la salud”.
A día de hoy ese problema es considerado uno de los más graves que aquejan a la población mundial. De hecho, más de 380 millones de niños y niñas padecen obesidad o sobrepeso. Si esta situación se mantiene en la edad adulta, los niños de hoy pueden ser adultos enfermos y sufrir patologías como diabetes, artrosis, patologías cardiovasculares o incluso cáncer.
La organización de consumidores Al-Andalus ha puesto en marcha una campaña informativa para promover soluciones a este creciente problema de salud. Para ello ha editado un cuadernillo, a través del que se pretende que la población escolar y las personas adultas de su entorno, vayan descubriendo las ventajas de una alimentación equilibrada y lo sencillo que resulta modificar algunos de nuestros hábitos cotidianos o incorporar algunas rutinas para prevenir problemas de salud, mediante las distintas actividades lúdicas que se plantean. El cuadernillo se ha distribuido a través de 22 centros escolares a 5.000 niños y niñas de toda Andalucía.
Estas son algunas de las ideas y trucos que Al Andalus propone para ponerle freno:
¿Cómo podemos prevenir la obesidad y el sobrepeso?
Es fundamental mantener una alimentación saludable y equilibrada basada en el modelo de la Dieta Mediterránea donde prevalecen el consumo de frutas y verduras, la toma frecuente de legumbres, las carnes de ave y el pescado. Debe restringirse el consumo de comidas con exceso de grasas o azúcares
Además es importante la forma de preparación de los platos con el predominio de cocidos y asados sobre fritos, la utilización en las fritura del aceite de oliva, la preparación cruda de verduras y hortalizas.
Los hábitos alimenticios también son importantes, por ejemplo: el fraccionamiento de la ración diaria en 4 o 5 tomas, las cenas más ligeras, el ambiente familiar y reposado de las comidas principales.
Hay que potenciar la práctica de actividades físicas y deportivas, frente al ocio sedentario relacionado con el consumo de televisión, ordenador, consolas, etc. Las salidas al aire libre y el contacto con la naturaleza facilitan los hábitos de alimentación saludable.
La familia y el colegio juegan un papel fundamental en la prevención de la obesidad
En el hogar
La actitud de la familia ante los diversos ámbitos de la vida suele ser el principal referente para la población infantil, por ello, para prevenir el sobrepeso y la obesidad en esta etapa, se recomienda mantener un estilo de vida saludable y fomentarlo entre los más jóvenes.
¿Cómo llevarlo a la práctica?
Dando un desayuno saludable antes de ir al colegio.
Favoreciendo el consumo de frutas y verduras.
Reduciendo la ingesta de aperitivos envasados y bollería (ricos en calorías pero de escaso valor nutritivo), sustituyéndolos por alternativas más saludables: frutos secos, cereales integrales, fruta…
Evitando el consumo de bebidas azucaradas.
Haciendo lo posible por que las comidas se hagan en familia.
Fomentando una actitud crítica ante la promoción de productos poco saludables.
Proporcionando información para que puedan elegir opciones alimentarias saludables.
Reduciendo el tiempo de ocio sedentario (televisión, videojuegos…)
Proponiendo juegos activos en familia.
Realizando los desplazamientos que sean posibles caminando, en bicicleta, patines…
En la escuela
La población infantil pasa gran parte de su tiempo en la escuela, esta es una herramienta fundamental para trasladar conocimiento sobre alimentación saludable y actividad física:
Abordando el tema de la alimentación como una materia transversal, aportando información sobre la importancia de una buena nutrición para el desarrollo físico y mental.
Participando en programas alimentarios escolares promovidos por las administraciones y otros colectivos que suministren alimentos saludables.
Proporcionando en el comedor menús saludables y orientaciones a las familias sobre cómo integrarlos en la dieta diaria de manera equilibrada.
Evitando la venta en el centro de alimentos hipercalóricos, sustituyéndolos por alternativas saludables (agua, leche, frutas, frutos secos…)
Practicando el cultivo de algunas frutas y verduras para concienciar sobre el origen de los alimentos.
Fomentando la participación de madres y padres.
Promoviendo la actividad física tanto en horario lectivo como en la oferta de extraescolares, organizando actividades deportivas y favoreciendo los recreos activos.
Facilitando el acceso a la comunidad educativa a las instalaciones deportivas del centro.