La alcaldesa de Teruel y los vecinos de Concud se reúnen para tratar los malos olores: "Por las buenas o por las malas"
La edil, Emma Buj, y la asociación vecinal han mantenido un nuevo encuentro para tratar un problema que los 140 vecinos viven desde hace dos años
Teruel - Publicado el
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La asociación de vecinos del barrio turolense de Concud se han reunido con la alcaldesa de Teruel, Emma Buj. Un encuentro en el que los representantes de los 140 vecinos han pedido a la edil acciones. Piden, concretamente, que se cumpla el decreto de clausura que emitió el Ayuntamiento en mayo de 2023. En este, se pedía el cese de las balsas que una empresa de jamones instaló en 2022.
Desde el Ayuntamiento sostienen que están pendientes de un informe del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental para poder continuar con los expedientes administrativos. La alcaldesa de Teruel Emma Buj, aseguraba que es un proceso complejo: "Llevamos dos años trabajando en ello. Y nosotros vamos a seguir trabajando como hemos hecho hasta ahora. Por un lado, con la parte jurídica, y por otra intentando solucionar el problema de los olores de las balsas en el barrio. Pero unas balsas necesarias para la actividad de una de las empresas más importantes de Teruel".
Tras varias denuncias, los vecinos constataron que había una licencia para una balsa inicial en 2015, pero que el resto de balsas construidas en 2022 y que habían triplicado su tamaño, carecían de licencia de obras y actividad. Esas balsas son ante las que se posicionan los vecinos. La alcaldesa avisa: "Estos olores tienen que acabar. Y pueden acabar por las buenas o por las malas. Yo quiero que acaben por las buenas, con un sistema que permita que no hayan esos olores. Pero en caso contrario, haremos lo que podamos por precintar esas balsas".
La solución por la parte buena, dice la alcaldesa en base a sus reuniones con la empresa, pasaría por que esta implantase un sistema alternativo en la zona de Platea en lugar de las balsas cerca del barrio de Concud.
Pero, por lo que parece, la actividad no cesa. El portavoz de los vecinos asegura que son 140 familias que son rehenes de una ilegalidad y que lo único que quieren es vivir dignamente en su barrio.