Los vecinos de Concud, un mes después, siguen desesperados: "Somos rehenes de una ilegalidad"

Los vecinos del barrio de Concud, una ves más, dicen basta. Hace un mes lanzaron una llamada de socorro, por los daños que están sufriendo. Los vecinos de este barrio pedáneo de Teruel aseguran que, desde hace unos dos años, sufren un grave problema medioambiental que afecta a la vida de todos los habitantes.

El motivo son unas balsas que que una empresa de jamones construyó en la primavera del año 2022. Los vecinos aseguran que allí se echan todos los residuos procedentes de lavar los jamones de sus secaderos: agua, sal, sangre, grasa, sólidos en suspensión, te lo puedes imaginar.

Además, descubrieron que al pie de las balsas por el camino de 'La chopera', había unas filtraciones de un agua de color rojizo y con abundante sal, las cuales van a parar al Río la Madre con el que riegan muchos de sus huertos, procedentes de las mencionadas balsas.

Tras varias denuncias, constataron que había una licencia para una balsa inicial en el año 2015, pero que el resto de balsas construidas en 2022 y que habían triplicado su tamaño, carecían de licencia de obras y actividad.

La polémica, un mes después, sigue. Y por ello, el portavoz de los vecinos, Fernando Belenchón, ha pasado por los micrófonos de COPE.

"lo único que QUEREMOS es poder vivir dignamente en el barrio"

Belenchón ha asegurado en COPE que, en estas semanas, lo único que ha cambiado es la actitud de la empresa: "Unas manifestaciones que hizo en un medio de comunicación la semana pasada, concretamente el día 28, la directora general de esta empresa, la cual nos ha indignado muchísimo más de lo que estábamos. Porque hace unas manifestaciones interesadas, en las que dice que va a desmentir todo lo que nosotros decimos y que hace las manifestaciones para defender lo indefendible. Y entonces en estas manifestaciones nos acusa de mentirosos y nos acusa de populistas. responsabiliza a nosotros, al pueblo, de pérdidas de puestos de trabajo".

Los vecinos aseguran que la única responsabilidad es de ella y de su empresa, que están manteniendo una actividad ilegal. Creen que son unas manifestaciones impropias de una directora de una gran empresa, por utilizar el miedo de la destrucción de puestos de trabajo como justificación para mantener la legalidad: "Todo ello cuando se trata de una empresa con 50 millones de euros de patrimonio, con unas subvenciones de 5 millones, con unos beneficios netos de 3,5 millones de euros en los últimos dos años, pues sí, afirman que crean riqueza, pero crean riqueza efectivamente para ellos, porque solamente con invertir lo que tendrían que invertir en la fábrica para hacer las cosas bien, este problema lo tendríamos solucionado".

Los habitantes de Concud mantienen que no es necesario acusar a un pueblo de intentar destruir pueblos puestos de trabajo, cuando están causando unos graves daños a toda una población y al medio ambiente. Y más cuando, dicen, lo único que quieren es vivir dignamente en su barrio.