Una partida de arroz con tomate en mal estado deja sin comer a miles de alumnos en los colegios de Aragón

Una partida de arroz con tomate ha encendido todas las alarmas de la red de comedores escolares de Aragón. No estaba en condiciones óptimas y eso hizo que miles de escolares aragoneses se quedasen sin ese primer plato de ese día, el pasado viernes 17 de enero. Eso, en los mejores casos...

Todo comenzó ese día. El pasado viernes 17 de enero, ya en el mediodía, varias monitoras dieron la voz de alarma. El primer plato de ese día en muchos colegios no se encontraba en buen estado. Ración, comida, que suministraba la empresa Serunion. Concretamente, ese aviso fue alrededor de las 13.30 horas, minutos antes de empezar con los servicios. 

Afortunadamente, en muchos colegios la reacción fue rápida. Su plan B fue servir la comida que tenían prevista para este lunes. En otros, sin embargo, no pudieron hacerla. Fue, por lo menos, en tres centros escolares. Y allí no hubo más solución que dejar a los pequeños sin primer plato. 

Pero es que, incluso, hubo casos en los que la información sobre los problemas con el arroz con tomate ni siquiera llegaron a tiempo. En esos casos el plato se sirvió con normalidad a los alumnos ese viernes. Se tiene constancia, por lo menos, de que en un colegio se sirvió. Fue en el CEIP José Antonio Labordeta, en Zaragoza. 

PETICIÓN DE UNA INVESTIGACIÓN

Ante estos hechos, hay intención de abrir una investigación para esclarecer lo que pudo pasar. Ha sido la propia empresa, Serunion, quien tiene intención de saber qué es lo que pudo pasar con esta partida de arroz con tomate.  

Eso sí, la 'Plataforma por unos comedores escolares públicos de calidad' se hace ahora muchas preguntas. Su portavoz, Genaro Delgado, ha pasado este lunes por los micrófonos de COPE Zaragoza y ha planteado diversas cuestiones sobre lo ocurrido.

De hecho, en un comunicado han ido más allá y se han planteado varias cuestiones más: "¿Estaba caducada esa remesa? ¿Se había pasado sin estar caducada? ¿En qué momento se produjo la contaminación? ¿De qué clase era esta contaminación? ¿A cuántos colegios afectaba? ¿Se podía evitar? ¿Cómo se da cuenta la empresa de lo sucedido? ¿Funcionaron los sistemas internos de control de calidad? ¿Por qué son las monitoras las que tienen que dar la voz de alarma y no Cocina o el resto de la cadena de producción?".

De la misma manera, también han sido directos al decir: "Necesitamos saber cuál ha sido el problema y que se nos proponga por parte de la empresa cuáles son las medidas que va a tomar para que algo así no vuelva a ocurrir. Pero no podemos ya mantenernos en la confianza ciega de que algo resolverán los causantes, cuando lo que está en juego es la salud de los más peques y el dinero de los contribuyentes". 

De la misma manera, recuerdan que "no deberíamos dejar en manos de las empresas causantes, la supervisión ni el análisis de lo que ha pasado en términos de seguridad alimentaria" y añaden que "una investigación independiente es lo mínimo que cualquiera en su sano juicio esperaría". Es decir, "un análisis de esa partida y la valoración científica de que es lo que contenía, a cuántos colegios afectaba, cuál era el nivel de riesgo, y cuál la naturaleza del problema".