La rotonda de Santullano ya es una realidad: el cambio que ha sufrido la entrada a Oviedo

"Ya estamos en la ciudad. Dejó de ser una autovía para formar ya parte de la ciudad". La frase es del alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli y la contundencia y la insistencia en la idea a la hora de repetirla deja claro la apuesta municipal en la transformación de la entrada a Oviedo. Completar una amplia renovación en la entrada a Oviedo por la autopista Y, alejando la imagen de autovía e insertando la vieja carretera en el casco urbano. Para ello, el equipo de gobierno diseñó varias actuaciones tras ganar las elecciones. La reforma de la rotonda de la Cruz Roja, la construcción del parque lineal de la margen derecha con el 'arpa de Santullano' rompiendo la barrera entre barrios y la nueva rotonda de Santullano, en sustitución del viaducto de Ángel Cañedo. Los dos primeros hitos ya habían llegado en los últimos meses y este martes llega el tercero de ellos, la apertura al tráfico y al tránsito peatonal de la nueva rotonda.

La glorieta recibe a los vehículos justo al dejar atrás el centro comercial Los Prados, a la altura del Palacio de los Deportes. Ahí, en ese punto, llega el primer semáforo y el primer paso de peatones de Oviedo en la llegada desde la autopista. Y llega la entrada a la rotonda. Otro semáforo y otro paso de peatones a la mitad de la glorieta y otro a la salida, ya en el punto cercano a la Iglesia de San Julián de los Prados. Todo culminado con las dos salidas hacia los barrios, hacia Teatinos y Pumarín a la derecha y hacia Ventanielles y Vetusta a la izquierda.

Amplios espacios peatonales

La nueva gran rotonda cuenta con bancos, fuentes y amplios espacios de vegetación, lo que facilita la unión con la zona verde que rodea la Iglesia de San Julián de los Prados y la conexión hacia la zona del Palacio de los Deportes y al nuevo parque lineal. Canteli ha insistido en la idea de destacar el espacio ganado para el peatón: "Esto sí conecta los barrios. Ahora cruzan directamente por aquí. Es una obra magnífica".

Hasta tres pasos de peatones con sus respectivos semáforos cruzan la rotonda. Una muestra de lo que busca el consistorio, también rodeado con el nuevo parque lineal que va a extender hacia el margen izquierdo: "En la Calle Uría paramos tres o cuatro veces. Estamos en plena ciudad, y hay pasos de peatones y semáforos. Dejó de ser una autovía para ser ciudad desde el 'Arpa de Santullano'".

Dudas con el tráfico

La sensación era de satisfacción entre las decenas de vecinos que se han lanzado a la rotonda en cuanto los operarios han abierto las vallas. Eso sí, también había ciertas dudas con la duración de los semáforos en verde para peatones y sobre todo con el tráfico. Si de verdad aliviará el tránsito hacia la Cruz Roja. Canteli cree que la adaptación a las nuevas alternativas será clave: "Habrá momentos en los que haya un poco de atasco. La gente va buscando otras salidas. La Ronda Sur, la AS-II, la entrada por Plaza Castilla... También hay que usarlas para entrar a Oviedo. Hay muchas alternativas".