El día a día de las familias de personas con una enfermedad mental en Asturias: "Es una penuria"

Las familias de personas con una enfermedad mental de Asturias, que se aglutinan en AFESA, denuncian la falta de herramientas para ayudar, en el día a día, a los que tienen algún problema mental. El presidente de la asociación, con un millar de familias inscritas, Daniel Rodríguez ha reivindicado, en COPE, "más apoyo oficial". Advierte de "que el paciente tiene los mismos derechos que los que tienen otras patologías, pero los tratamientos son en casa y no tenemos herramientas".

Asegura, además, que "la experiencia supone ayuda"; pero, "para los que comienzan, es una penuria, cuesta mucho". Porque "la mayoría de los pacientes asumen muy difícilmente y tarde la situación de su enfermedad y los tratamientos", explica el presidente.

"Hechos muy raros"

Echan en falta "apoyo profesional". Ha contado que "cuando le decimos al psiquiatra 'oye, está pasando esto'; él nos dice que 'eso tiene que decirlo el paciente'; pero el problema es que el paciente no reconoce la situación". Así que, "por bien que vaya, la situación no es fácil".

Los propios sanitarios reconocen que faltan medios. Pero el presidente de la Sociedad Asturiana de Psiquiatría, Luis Jiménez-Treviño, pide que no se estigmatice a los enfermos mentales. "Con los datos en la mano, sabemos que son muchas más veces víctimas que perpetradores", asegura y advierte de que "son hechos muy raros... tan raros que acaban siendo noticia".

Cuchillada en la cara

El último ha ocurrido en la noche de este lunes, cuando un joven ha apuñalado a un agente de la Policía Nacional en el barrio de El Coto, en Gijón. Fue detenido horas después, cuando fue localizado -con la ayuda de la Policía Local y los serenos- en un bar de la zona, y posteriormente trasladado al área de Psiquiatría del hospital de Jove.

Los policías habían acudido a la vivienda, alertados por la madre del agresor, que, al parecer, estaba sufriendo un brote psicótico. Cuando llegaron, el arrestado le clavó un cuchillo en la cara a uno de los agentes, que tuvo que ser atendido por un corte profundo en la barbilla, por el que recibió ocho puntos de sutura.