El juego de niños que ha regresado a los kioscos y que causa furor como hobby entre los veinteañeros: "Están volando"

Términos como 'último fichaje', 'coloca', 'sile' o 'nole' te serán muy conocidos si, en tu infancia y adolescencia, has completado las colecciones de cromos de fútbol en España. Una tradición que se ha prolongado, temporada tras temporada, con álbumes en las décadas de los 70, 80 y 90. También en los 2000, ya en el siglo XXI.

Sin embargo, ha tenido que llegar este año, 2024, para que el lanzamiento de un álbum concreto haya 'enganchado', de nuevo, a las generaciones X e Y. Esos adultos que, en su día, en el último cuarto de siglo XX, disfrutaron pegando cromos e intercambiándolos, junto a sus amigos, en los recreos del colegio o el parque.

¿Cuál es ese producto? La nueva colección de LaLiga Hypermotion que ha lanzado 'Panini Cromos', idéntica a la que, cada temporada, se estrena en Primera División, pero de Segunda. En el álbum, aparecen los equipos de la categoría de plata. Históricos del fútbol español que llevan muchos años sin jugar en la máxima categoría, como los asturianos Sporting y Oviedo, el Zaragoza, el Racing de Santander o el Deportivo de La Coruña. 

En las ciudades de esos equipos, ha habido un auténtico 'boom'. En Gijón, por ejemplo, Héctor ha tenido que "recorrer cinco o seis kioscos porque, en todos, estaban agotados los cromos". Tiene 17 años y ha explicado, en COPE, tras llegar a un kiosco donde sí había cromos de esta colección, que le han explicado que "están volando".

CROMOS DE LALIGA HYPERMOTION, DE GIJÓN A PORTUGAL

La kiosquera que le ha vendido los sobres de 'Panini' es Rosa. Tiene su negocio en el barrio de La Arena de Gijón y confirma el éxito que está teniendo la colección de LaLiga Hypermotion: "Ayer se vendieron muchos álbumes y muchísimos cromos; y desde primera hora de la mañana, también", ha contado en el micrófono de COPE Gijón. 

Y no es cosa de niños: "Una clienta ha venido a comprar sobres de cromos para su hija, que tiene 22 años; otra, para su hijo, que tiene 20 años, está estudiando en Portugal, y se los manda para allá; y una madre me ha encargado una caja con 50 sobres", explica Rosa, que corrobora "que es gente ya avanzada de edad".