Continúan los esfuerzos para solucionar el problema del emisario en Playa Jardín, Puerto de la Cruz

La playa de Punta Brava, en Puerto de la Cruz, sigue cerrada tras más de dos meses, lo que ha generado un impacto considerable en la población local. A raíz de la compleja situación, el Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Transición Ecológica y bajo la dirección de Ángel Montañés, ha asumido la coordinación de las diferentes administraciones implicadas, incluyendo el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz.

En una reciente reunión, celebrada el pasado viernes, se evaluó el progreso de las actuaciones acordadas anteriormente. Entre las tareas principales se encuentra la reparación del emisario de Punta Brava, cuya grieta ha generado vertidos en la zona, afectando tanto a la playa como al ecosistema circundante. Montañés destacó que, aunque los trabajos del Consejo Insular de Aguas comenzaron inmediatamente tras el cierre de la playa, dificultades técnicas han retrasado la solución definitiva.

Uno de los hallazgos más preocupantes ha sido la detección de conexiones ilegales que vertían aguas no tratadas al emisario, complicando aún más la situación. Montañés lamentó que estos problemas no se hayan abordado de manera más temprana, señalando que las actuaciones debieron haberse llevado a cabo desde 2020.

Las autoridades trabajan intensamente para resolver el problema y esperan que en los próximos meses se pueda ofrecer una solución definitiva que permita reabrir la playa. Además, se está elaborando un plan de acción a largo plazo para garantizar que estos incidentes no se repitan, lo que incluye la mejora de las infraestructuras de saneamiento en toda la isla de Tenerife.

Finalmente, Montañés subrayó que, aunque la situación es grave, las administraciones involucradas están comprometidas a encontrar una solución técnica que permita la restauración de la zona y evitar futuros vertidos ilegales.