Conoce la labor de Cruz Roja con los inmigrantes en Cantabria, y a Katerine, a la que ayudó Cáritas

Dentro de la programación especial de la Cadena Cope a nivel nacional con motivo de las rutas de migración en nuestro país, "Herrera en Cope" Cantabria quiso conocer la historia de una inmigrante colombiana afincada en Solares, Katerine, y de la ayuda que aporta Cruz Roja gracias a su programa de inmigración en Cantabria; Sandra García Liaño es la responsable de este programa.

. Puedes escuchar las entrevistas a Katerine y Sandra pinchando debajo de la fotografía.

VIAJE DE IDA... ¿Y VUELTA?

Katerine vivió hasta 2019 en Colombia y, como muchos otros compatriotas, planeó buscar acomodo y trabajo en España, para así ahorrar y volver a su país con más posibilidades de prosperar económicamente. Así lo comentaba en antena a Cristina Jimeno y Jaime del Olmo: "Vine con mi esposo a Cantabria, con la idea de conseguir trabajo para luego en unos años regresar a Colombia. No teníamos hijos y queríamos un cambio económico en nuestra vida. En Colombia estábamos bien, pero queríamos plantearnos algo más. Venir un tiempo, e irnos de nuevo, que es lo que casi todas las personas tienen en su pensamiento. Pero sin tener en cuenta todo lo que vino después. Al mes de estar aquí llegó la pandemia, así que imagínate qué difícil fue todo...".

"Todas las puertas laborales estaban cerradas, porque no teníamos ningún documento, y siempre te piden requisitos... Pero gracias al Ayuntamiento de Santander nunca nos faltó alimento. El resto fue muy duro, con todo lo que generó la pandemia. Pero yo sé coser, y con mis ahorros me compré una máquina de coser para hacer mascarillas, que durante la pandemia hizo furor...".

Cáritas estuvo presente en la vida de Katerine y su familia: "Siempre nos abrió las puertas. Antes vivíamos en Santander, y nos atendieron muy amablemente. Pero mi historia más cercana es que al año de estar aquí me quedé embarazada de riesgo, y no podía ya trabajar en limpieza y demás... Me mandaron a servicios centrales y Cristina tuvo conmigo una acogida muy especial... Fueron los que me apoyaron siempre durante el embarazo y el postparto, que fue muy difícil. No tenía una red de apoyo al estar mi familia en Colombia, pero ellos estuvieron siempre a mi lado".

Desde diciembre de 2022, Katerine trabaja en la tienda "Moda-Re", iniciativa social de Cáritas, donde la ropa usada es recogida de los contenedores rojos ubicados en muchas zonas de la región, para luego llevarla a una planta de selección y venderla a través de las dos tiendas que cuenta Cáritas en Cantabria, en Santander y Torrelavega; la ropa que no se puede vender se emplea para reutilizarla en otros menesteres.

Es un proyecto que genera empleo social, como el puesto en el que trabaja Katerine: "Estoy muy contenta, ahora todo nos va mucho mejor; mi marido trabaja como fijo y está bien, todo en regla y viviendo de alquiler en Solares. Pero tras dos años estamos asentados y organizados. Ahora ya nos planteamos quedarnos una buena temporada en Cantabria, nos encanta. Ha merecido la pena todo el sufrimiento, para encontrar en el camino gente que son, como digo yo, un puente de bendición".

LA LABOR DE CRUZ ROJA:

200 plazas para migrantes son las que dispone Cruz Roja en nuestra región y hoy mismo ya ha quedado ocupada la última disponible. "Es un número razonable y que podemos asumir" contaba hoy Sandra García Liaño responsable del programa de migraciones de Cruz Roja en Cantabria.

En Herrera en Cope nos ha contado detalles del mismo" en una primera fase las personas que llegan son acogidas en plazas hoteleras o pensiones y además de la manutención empezamos inmediatamente a trabajar con el idioma, si fuera necesario"

La ayuda con la escolarización de los niños, o los temas médicos, tampoco se hacen esperar y siempre en colaboración con las consejerías que correspondan gracias al Gobierno de Cantabria

Segunda fase, la de acogida; cuando ya entran en un piso o en un centro, "se trabajan entonces las habilidades laborales, conocimiento del entorno y otra serie de actividades que proporcionan un proceso de integración más amplio" destacaba Sandra. Una segunda fase que se prolonga durante 18 meses

La mayoría de los migrantes que llegan a nuestra región son hispanohablantes, pero es muy significativo el número de ucranianos que siguen llegando, huyendo de la guerra

No solo el idioma, la falta de conocimiento de la cultura a la que llegan, es otra de las grandes dificultades a las que se enfrentan" las culturas y las sociedades son mucho más diferentes de lo que nos pueda llegar a parecer" cuenta Sandra

El programa completo tiene una duración 24 meses, hasta que llega la solicitud de protección internacional, generalmente es suficiente, pero hay casos en los que Cruz Roja aporta su granito de arena, Un plus especial, si no se han cumplido los requisitos en el que siguen mostrando apoyo y acompañamiento hasta que se consigue la integración definitiva.