Tatuajes y pelucas para hacer felices a las enfermas de cáncer: "El cambio en su ánimo es radical"
Mara López ("Mara Tattoo") y José Antonio Figuero ("Peluquería Figuero) ambos en Santander, comentan en Cope cómo pueden con su trabajo curar las heridas emocionales de las mujeres
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Conmemorando el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, Cope Cantabria quiso tratar en "Herrera en Cope" el daño físico y estético que supone para una paciente enferma de cáncer el hecho de perder el pecho, o de que, debido al tratamiento de quimioterapia y radioterapia, sufra la caída del cabello.
Mara López, de "Mara Tattoo", y José Antonio Figuero, de "Peluquerías Figuero" fueron los protagonistas de una charla con Cristina Jimeno y Jaime del Olmo.
. Puedes escuchar la entrevista pinchando debajo de la fotografía.
TATUAJES:
Mara López comentó que la idea de realizar tatuajes a las enfermas de cáncer de mama llegó de la forma más casual: "Llevo 30 años haciendo tatuajes, pero fue cuando una paciente me lo pidió. Estuve 12 años tatuando aureolas gratis, de forma solidaria porque no entraba en la seguridad social en aquella época. Para ellas es como cerrar un ciclo, porque vienen a curar sus heridas y verse como cuando estaban antes. Es como un punto final, como un 'ya he terminado'...”
Las reacciones que experimenta Mara con las pacientes, una vez observan el resultado de su trabajo, son muy parecidas: "Normalmente se emocionan. Lo más lógico es que se echen a llorar, porque no se puede imaginar uno lo que les puede llegar a afectar”.
El destino, tristemente, le tenía guardada una mala noticia a la propia Mara. Tras años tatuando a enfermas de cáncer, le tocó a ella sufrir el varapalo de que le diagnosticaran la misma enfermedad: "Durante la pandemia, estaba un día duchándome y me noté un bultito que al principio pensaban que no era nada, pero finalmente era cáncer. Lo que pasa es que yo estaba lista para afrontarlo porque ellas, las personas a las que tatuaba, fueron mis 'preparadoras'. Cada una tenía una historia de vida, y todo el proceso lleva un tiempo en el que te cuentan sus cosas, lo que han pasado, lo que han sufrido..., tanto a nivel médico como a nivel personal. Así que, cuando lo supe, yo ya estaba entrenada”.
"Lo peor cuando te llega esta enfermedad y eres autónoma, es que prácticamente te conviertes en una persona en exclusión social, porque no puedes afrontarlo todo. Tienes que pelear contra dos cosas, con curarte y con sobrevivir. De esto se habla muy poco, pero creo que es muy importante, porque te deja fuera de combate. Yo empecé gastando todos mis ahorros y luego vendiendo mis efectos personales, y acabas pidiendo el alta voluntaria porque tenía que ganar dinero. Ahí fue cuando empecé a cobrar el tatuaje de la aureola, pero lo sigo haciendo con el mismo amor y con un precio ajustado, no como los que hay en mercado”.
PELUCAS:
Respecto a la labor de José Antonio Figuero al frente de su peluquería, especialista en pelucas oncológicas, él sabe que su función es sumamente importante para las enfermas de cáncer: "Hacemos felices a esta gente que, por desgracia, tiene este problema. Porque además de la enfermedad en sí, también les afecta psicológicamente. Es curioso que a veces les afecta más el hecho de que se les caiga el pelo que su problema con el cáncer...”.
Lo que diferencia a "Figuero" de otros centros es la amplísima variedad de opciones que sus clientas pueden elegir: "Contamos con 2000 pelucas, que son de diferentes estilos, diferentes colores, diferentes cortes... y luego también las personalizamos. La gente ve de inmediato la peluca que quiere y el estado de ánimo le cambia al momento al ver que tiene ahí la solución. Nosotros lo que hacemos es asesorarle, por dónde debe ir. El cambio es radical... de la persona que entra por la puerta a la que sale, le cambia totalmente el ánimo, se va una mujer feliz”.
Lógicamente, el consejo es el de anticiparse a la pérdida de cabello; saber antes que se caiga la peluca más acorde a la mujer: "Lo importante es que, cuando la gente se entera de que sufre la enfermedad, que antes de que sufra la pérdida del cabello, se acerque a la exposición que tenemos, para recomendarla y asesorarla. Porque hay que conseguir un estilo que le favorezca más que al que quizá tiene; por ejemplo, personas que tiene el pelo oscuro, buscarle tonos más cálidos, porque al tener la piel más blanquita necesitan colores que hagan que estén más iluminadas”.
Por último, para alguien que lleva más de 50 años en el sector, José Antonio reconoce que el avance y la mejora en el producto es evidente con el paso del tiempo: "Lo mismo que antes había que llevarlas pegadas, ahora las sujetas perfectamente. Ahora no hace falta que sea de pelo natural, ya que cuentan con unas microfibras que no necesitas ni lavarla ni peinarla, no se despeinan, las mojas y al secarse quedan perfectamente... No es igual que antes, que era una máquina de malla que pesaba como 600 gramos; ahora estarán en unos 30 gramos. Los precios están además ajustadísimos”.