Salvan la vida de una niña de tres años cuando se estaba asfixiando por una uva: "Mi hija se muere"
Dos guardias civiles de Villarrobledo salvan la vida de la menor que llegaba hasta el cuartel en brazos de su padre pidiendo ayuda
Toledo - Publicado el - Actualizado
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Cuestión de segundos, es lo que un susto de esta magnitud tarda en llegar.
Una niña de tres años se había atragantado con una uva. Hasta el Cuartel de la Benemérita de Villarrobledo acudía el padre de esta niña, con ella en brazos y con un tono de cara azulado. Según la nota de prensa de la Guardia Civil este padre angustiado, gritaba "mi hija se muere", "sálvala", "no respira", mientras avisaba que era una uva la culpable del atragantamiento.
Ángeles de la guardia
Fueron dos guardias civiles de este Puesto Principal de Villarrobledo quienes sin dudarlo, salvaron la vida de la niña de tres años gracias a la actuación de los agentes y sus conocimientos en primeros auxilios hicieron que la niña expulsara el trozo de fruta que se encontraba obstruyendo sus vías respiratorias.
Uno de los agentes vio que la niña se encontraba inconsciente y no respiraba, comenzó a practicarle las técnicas adecuadas de primeros auxilios, siendo ayudado en el tramo final por otro compañero, hasta que consiguieron que expulsara el trozo de fruta que bloqueaba sus vías respiratorias.
Tras ello, aplicaron maniobras de reanimación que lograron que la niña comenzase a respirar y seguidamente a llorar, recuperando la consciencia y el tono natural de la piel. El final feliz de esta dramática situación llevó tanto al padre como a la madre de la menor a agradecer efusivamente el servicio de los agentes del Cuerpo que habían evitado el atragantamiento y posiblemente la muerte de su hija, ha informado la Guardia Civil en el comunicado.
Sin secuelas
Esa misma tarde los padres llevaron a la niña a un centro médico para una exploración de la garganta ya que sentía dolores provocados por el atragantamiento y por el tiempo que estuvo sin respirar. Tras el examen médico se determinó que la pequeña no sufría lesiones de gravedad, ni tendría secuelas por el incidente.
Gracias a la rápida y decidida actuación de los guardias civiles, fundamentada en su formación en primeros auxilios, se ha evitado el fallecimiento de la niña por asfixia.