Las lagunas de Cañada del Hoyo: monumento natural a 37 kilómetros de Cuenca

Uno de los mejores lugares para perderse por sus paisajes y su gastronomía en la provincia de Cuenca está en su serranía y lleva el nombre de Cañada del Hoyo. A tan solo cinco kilómetros de la localidad nos econtramos con su mayor atractivo: sus lagunas, declaradas monumento natural.

Son un total de siete, todas ellas diferentes. Según ha explicado el alcalde de la localidad, Franciso Guadalajara, “la primera que tenemos al lado del pueblo es La Gitana. La profundidad ronda entre los 16 y los 30 metros más o menos y todas son de distintos colores. Cada una tiene un color dependiendo del cielo y del paisaje que le rodea“, ha añadido.

En este sentido, ha apuntado que también cuenta con "el Lagunillo, la del Tejo, que se le llama así porque sigue teniendo unos árboles y la de La Parra, que esa es privada. La Llana también es privada. Finalmente está Las Cardenillas que está al lado del Lagunillo de las Tortugas o de Olivier, que es a la que le damos el nombre de laguna rosa“. Esta última es la más famosa ya que en el invierno de 2018 sus aguas se tiñeron de rosa debido a las bacterias fotosintéticas rojas del azufre que viven todo el año en una zona profunda de la laguna.

Otro de los atractivos de la localidad son sus cuatro trocazos, que, a diferencia de las Lagunas, no tienen agua debido a que el nivel freático del suelo no llega a ellos.

Últimamente el ayuntamiento está recibiendo muchas llamadas de turistas que preguntan si debido a la pandemia del coronavirus pueden ir a visitarlas o existe alguna prohibición. "No hay ninguna prohibición. Se puede visitar tranquilamente ya que no hay que pedir ningún permiso". Simplemente hay que tener en cuenta el protocolo de seguridad, de uso de mascarillas y distanciamiento físico.

El municipio cuenta con 3 senderos homologados cuyos recorridos son circulares y tienen una distancia de unos 10 kilómetros.

Los que quieran disfrutar de una estancia en el pueblo pueden hacerlo en el hostal de uno de sus restaurantes, en las dos casas rurales del municipio o en las Cabañas del Muérdago situadas a dos kilómetros del pueblo.