Crece la oposición en Burgos a la incineradora de Cortes: el Procurador del Común admite a trámite una queja contra el proyecto

El Procurador del Común de Castilla y León ha admitido a trámite una queja presentada por el Partido Castellano - Tierra Comunera contra la futura incineradora proyectada por el Ayuntamiento de Burgos en el barrio de Cortes. La investigación se centra en el presunto incumplimiento de normativas españolas y europeas sobre gestión de residuos y economía circular, así como en la falta de transparencia en la planificación del proyecto, cuyo coste ascendería a más de 50 millones de euros.

Una plataforma ciudadana en pie de guerra

La oposición vecinal al proyecto se ha materializado en la reciente creación de la Plataforma Ciudadana 'Burgos sin Incineradora'. Según Mario Sáiz, miembro del colectivo, la iniciativa surgió tras conocer la existencia del proyecto por "rumores" y el boca a boca entre los vecinos. "Nos enteramos a través de Ecologistas en Acción y decidimos actuar", afirma Sáiz.

El primer paso fue la presentación de más de 200 alegaciones ante el Ayuntamiento de Burgos, pero, según la plataforma, no se obtuvo respuesta. "Mantenemos reuniones con el Ayuntamiento, pero su postura es clara: la van a poner sí o sí", denuncia Sáiz.

Dudas sobre el impacto ambiental y la viabilidad del proyecto

La plataforma critica que la incineradora se instale a tan solo dos kilómetros del centro de la ciudad, una decisión que consideran contradictoria con otras medidas medioambientales municipales, como la implantación de la Zona de Bajas Emisiones. "El Ayuntamiento quiere reducir la contaminación del tráfico, pero al mismo tiempo planea una incineradora que funcionará 24 horas al día, 7 días a la semana", sostiene Sáiz.

También cuestionan la justificación técnica del proyecto. La incineradora, promovida en colaboración con la empresa pública Somacyl de la Junta de Castilla y León, busca eliminar residuos orgánicos que actualmente van al contenedor gris. No obstante, los detractores argumentan que la solución pasa por una mayor concienciación ciudadana y la utilización efectiva del contenedor marrón para generar compost en lugar de quemar residuos.

Posibles riesgos para la salud

Desde la plataforma alertan sobre la emisión de gases contaminantes como CO2, óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono, entre otros, así como sobre la generación de escorias tóxicas que deberían ser trasladadas a un vertedero en Valladolid. "No es solo una incineradora de residuos orgánicos, sino que también quemará materiales contaminantes que afectarán a la calidad del aire en un radio de 10 kilómetros", advierte Sáiz.

A esto se suma una reciente sentencia del Tribunal Supremo que obliga a revisar el Plan Regional de Residuos de Castilla y León por haberse aprobado sin la debida participación pública, lo que podría afectar a la viabilidad legal de la incineradora.

Con el proceso de investigación del Procurador del Común en marcha y una creciente oposición social, el futuro de la incineradora de Burgos se encuentra en el centro del debate público.