La Diócesis de Burgos prevé terminar 2020 con un déficit cercano al 46%

Ante la falta de actividad en las parroquias y con ello la caída de las colectas, se espera que los ingresos por donativos disminuyan en torno a un 52% con respecto a 2019

Rebollo y Herráez

Redacción COPE Burgos

Burgos - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

La Diócesis de Burgos prevé terminar 2020 con un déficit cercano al 46 por ciento, según estimó hoy el vicario para Asuntos Económicos, Vicente Rebollo, durante la presentación de la memoria de actividades y balance económico de la diócesis correspondiente al pasado ejercicio. “Estamos en una situación delicada”, advirtió, al tiempo que señaló que la estimación refleja que “bajan las aportaciones de los fieles, las colectas, porque hay menos participación”.

“También nos pasa con los ingresos recurrentes que tenemos por servicios, atención de capellanías... Vamos a tener déficit e intentaremos aprovechar ahorros de años anteriores siempre manteniendo la atención a todas las personas”, exclamó Rebollo, y apostilló que “a día de hoy se estima el déficit entre el 42 y 46 por ciento aunque irá variando”.

En este sentido, el vicario para Asuntos Económicos apuntó que la diócesis seguirá “pidiendo ayuda y colaboración”. Por ello, hizo “una llamada de generosidad con las parroquias para seguir afrontando las necesidades que se nos presenten”. “En los ingresos y aportaciones de fieles en colectas bajaremos del 50 por ciento ya que no se está recuperando ni la actividad ni la presencia en los templos”, advirtió.

Además, subrayó que los gastos irán en aumento por lo que avanzó que recortarán en patrimonio y gastos de arreglo de tejados y ese tipo de actuaciones. Sin embargo, aclaró que “el gasto en asistencia y parroquias será más” por lo que “se intentará mantener en esa línea para que el déficit no sea más”. “Esperamos que se mantenga la asignación tributaria porque hace referencia al año 2019”, confió, al tiempo que precisó que “lo que nos va a caer es en patrimonio, alquileres que tenemos ya que hay gente que no puede pagar”.

El administrador apostólico, Fidel Herráez, también asistió a la presentación de la memoria de actividades del pasado ejercicio, como hace la diócesis cada año con motivo del Día de la Iglesia Diocesana, que se celebró el pasado día 7 con el lema ‘Somos lo que tú nos ayudas a ser’. En esta diócesis en concreto esta jornada tuvo un sabor especial, con la apertura del Año Jubilar, “un sabor agridulce”, matizó Herráez, “porque la situación es la que es”, en alusión a la crisis sanitaria.

En esta jornada se recuerda la necesidad de contribuir al sostenimiento de la actividad celebrativa, pastoral, misionera, educativa y social que desarrolla la Iglesia local, a la que la diócesis destinó el pasado ejercicio casi 37 millones de euros. En Burgos, la labor pastoral está sostenida por 373 sacerdotes, 32 seminaristas, 986 catequistas, 663 religiosos, dos diáconos permanentes, 479 monjas y monjes de clausura y un gran número de laicos implicados en distintas tareas en sus parroquias, arciprestazgos, delegaciones sectoriales y movimientos eclesiales.

La actividad celebrativa se concretó el pasado año en 1.294 bautizos, 1.207 confirmaciones, 1.847 primeras comuniones, 318 matrimonios y 2.783 unciones de enfermos. Unas cifras que, ante la crisis sanitaria y a falta aún de datos oficiales, se verán notablemente disminuidas durante este año 2020.

La Iglesia en Burgos también despliega una amplia actividad en el ámbito educativo: cuenta con 23 centros católicos (cinco de ellos diocesanos) con un personal docente de 1.120 personas y más de 17.000 alumnos. Y destacaron también la tradición misionera de esta diócesis: 585 burgaleses anuncian el evangelio en cinco continentes, sin contar con las familias en misión, que son ya nueve.

Otro de los pilares de la Iglesia diocesana es la actividad asistencial y destacaron que Cáritas cuenta con 731 voluntarios. Con un total de 46 centros sociales, el año pasado fueron atendidas un total de 34.246 personas y se desarrollaron 8 proyectos de cooperación al desarrollo. A estos proyectos sociales se destinaron más de 600.000 euros.

Aportaciones de los fieles

El pasado ejercicio la cuenta de ingresos ascendió a 36,8 millones de euros, de los cuales 6,3 millones procedieron de aportaciones directas de los fieles y 23,5 millones de otros ingresos, partida en la que cobra especial lo aportado por subvenciones públicas corrientes. La otra gran partida fue la de la asignación tributaria, que ascendió a 5,05 millones de euros. Por patrimonio y otras actividades ingresó 1,4 millones de euros y sumó otros 527.379 como ingresos extraordinarios.

En cuanto a los gastos, la mayor partida se destinó a la retribución del personal seglar (14,8 millones de euros). Le siguen los gastos en conservación de edificios y gastos de funcionamiento, que ascendieron a 11,5 millones de euros. La retribución del clero supuso un desembolso de 4,6 millones de euros y se destinaron 4,1 millones a acciones pastorales y asistenciales. Por último, se aportaron a los centros de formación 617.561 euros y se destinaron 1,05 millones a gastos extraordinarios. El total de gastos alcanzó los 36,9 millones de euros, con lo que 2019 arrojó un déficit para la diócesis de 13.854,26 euros.

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