Ángeles y demonios en la Catedral de León: "Están revoloteando por cualquier rincón"
El director del Museo Catedralicio explica que "representaciones demoníacas horribles son auténticas obras de arte"

Máximo Gómez Rascón, director del Museo Catedralicio Diocesano de León
León - Publicado el
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El último libro escrito por Máximo Gómez Rascón, director del Museo Catedralicio Diocesano de León, y publicado el año pasado es "Ángeles y demonios en la Catedral de León".
Tanto dentro como fuera, encontramos gran cantidad de figuras angelicales que adornan el templo, y más allá de las vidrieras, "los ángeles están revoloteando por cualquier rincón de la catedral" apunta Máximo.
La seo leonesa está llena de figuras angélicas. Las encontramos en las portadas, en piedra, en lienzos, en pergaminos, y por supuesto en los vitrales: "Es la figura más abundante de toda la iconografía de la catedral".
Entre todos ellos destacan los arcángeles y el ángel de la guarda, y por supuesto la Virgen Blanca, la Reina de los ángeles.
Gómez Rascón explica que los ángeles "tienen que aparecer por razones históricas, como son la Anunciación, como son el Sueño de San José, como son la Oración del Huerto, por ejemplo... Entonces, siempre que aparece esa narración histórica, aparece el ángel. Aparte de eso, los ángeles figuran por todas las demás escenas que muchas veces no tienen ni siquiera base bíblica, pero que era tal la fuerza de la devoción que tradicionalmente se ha tenido en la iglesia de los ángeles, que no hay rincón de la Biblia, ni hay rincón tampoco de Nuevo Testamento, sobre todo, en que no aparezca la figura angélica. Con respecto a la Virgen, no hay ninguna imagen de la Virgen, en que no haya siempre sido representada con figuras angélicas. De acuerdo con los misterios, ya no solamente los que rezamos en el rosario, sino con cualquier representación iconográfica, devocionaria, como hay por tantos, la figura del ángel protector siempre está al lado de la Virgen".

Máximo Gómez Rascón, director del Museo Catedralicio Diocesano de León
Tradicionalmente el ángel evoca la imagen de un niño desnudo con alas, pero la iconografía recoge todo tipo de variantes. Máximo subraya que "hay que tener en cuenta que el ángel en por sí es irrepresentable, pero incluso en la Biblia ya en algún momento comenzó a aparecer y a representarse con figura humana. En los mismos contextos bíblicos aparece ya con figura de hombre, aparece el caso de Abraham, etc. Pero la representación normal del ángel siempre ha sido, como tú dices, cuando se trata del niño angelito con alas, pero también cuando es la figura mayor, ya se representa la figura mayor, sobre todo en las escenas de la Anunciación, aparece siempre también con alas".
El director del Museo Catedralicio Diocesano de León explica que "el ángel es símbolo del mensajero de Dios, y el mensajero de Dios actúa con rapidez y con velocidad. Y una de las maneras que tenían iconográficamente todos los antiguos era representarle con alas, porque era símbolo de esa presencia actual, permanente del ángel". Esa es la razón por la cual se representa con alas.
EL DEMONIO
En la catedral de León hay muchos ángeles pero también demonios, aunque su número es más reducido. Desde el punto de vista iconográfico "también tienen su belleza" pero existe esa dualidad entre el ángel "como representación de lo bello, de lo bueno" y el demonio "como representación de lo malo".
"Hay unas representaciones demoníacas que son horribles, la fealdad, la maldad, todo lo maligno, pero expresado con tal categoría y perfección desde el punto de vista técnico que son auténticas obras de arte. Parece una contradicción, pero es que es así".
El último capítulo del libro de Máximo está dedicado a Lucifer, "el acompañante del mal desde que el hombre cayó en el paraíso".
Para el director del Museo Catedralicio Diocesano de León la Catedral, "viene a ser como un reflejo de la historia de la salvación y un reflejo también de la historia real de la humanidad. Y en esa historia real de la humanidad se encuentra, por una parte, la lucha permanente que ha existido entre el bien y el mal. Los ángeles siempre han representado el bien, porque el ángel es un servidor de Dios y ha estado siempre al servicio del plan divino, de la salvación primero de Cristo y luego de los hermanos de Cristo o hijos de María adoptados por Dios nuestro Señor. Por eso ahí viene también la razón del ángel de la guarda. El ángel no es un título que se pone ahí, una abstracción curiosa. El ángel es el instrumento divino que Dios ha puesto a servicio de Dios en el Antiguo Testamento para llevar los mensajes al hombre y en el Nuevo Testamento a servicio de la obra de Cristo y a servicio de los hijos de la Iglesia. Y entonces, claro, pues tiene que aparecer siempre ahí porque el bien y el mal están presentes".
Gómez Rascón señala que "la lucha que tuvo permanentemente tanto la Biblia como los historiadores del arte, como los artistas, ha sido ver cómo se rebajaba ese nivel de casi deidad que se daba al ángel malo, porque claro, se metían en la línea del principio del bien y el principio del mal, de alguna manera suplantando lo que era el monoteísmo de Dios. Y ahí viene la finura con que ha actuado siempre la Iglesia a la hora de perfilar estas cosas. No, el demonio fue una criatura buena y renunció a esa bondad porque era por ser criatura, por ser persona, renunció libremente a servirle a Dios. Y a partir de aquel momento se convirtió el enemigo de Dios. Y por eso lo que hace es influir, es el padre de la mentira, es el padre del mal, es el sembrador del mal, es el que solamente puede hacer mal en el mundo. Y por eso la catedral tenía que tenerlo también presente".
En "Ángeles y demonios en la Catedral de León" destacan las imágenes a todo color en una obra que publica Edilesa Patrimonio. Este libro está a la venta en la catedral. "Quiero elogiar la fotografía de Edilesa, de Tino concretamente, que sigue en la misma línea que el que habíamos publicado hace dos años sobre el trascoro", concluye Máximo.