“Sentirse crecer” de Venancio Blanco ya está en Santo Domingo de la Cruz
La nueva exposición de naturalezas del artista salmantino, puede ser vista hasta el mes de junio
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Sala de Exposiciones de Santo Domingo de la Cruz acoge, desde hoy, una nueva muestra del escultor salmantino Venancio Blanco, que lleva por título “Sentirse Crecer”. “Lo bonito de la vida es sentirte crecer, y la prueba la tienes en la Naturaleza", afirmaba el artista. Se trata de la décima exposición de la colección de Venancio que la ciudad alberga de forma permanente. Esta muestra incluye más de un centenar de obras, entre esculturas, dibujos, grabados, pinturas, cerámica y un mosaico, que dan cuenta del interés que despertaba en todo momento la naturaleza en el artista salmantino.
Venancio Blanco fue un artista y una fuente inagotable. Un maestro formidable, excepcional e inigualable que todas las salmantinas y salmantinos recuerdan con admiración y cariño. Con esta muestra, -como ha asegurado el alcalde de Salamanca en la presentación de la colección-, se alcanza una nueva oportunidad para maravillarnos y disfrutar de la obra y el legado de uno de los grandes creadores de nuestro tiempo y se fortalece también la puesta en valor de una riqueza cultural que encarna en la filosofía de Salamanca como Ciudad de Cultura.
Tal como manifiesta el hijo del escultor, “Venancio Blanco reconocía en la Naturaleza la gran lección que nos da el Creador. En ella encontraba todas las respuestas, que incidían en su imaginario plástico. Se entiende así que expresara cómo un árbol representa la mejor enseñanza para un escultor. Paseando un día de otoño por el campo charro que le vio nacer, parándose a dibujar unas encinas secas que poblaban aquella dehesa, nos decía emocionado que ese lugar podría ser el mejor museo de escultura contemporánea.
Verdaderamente era un privilegiado. Se detenía ante lo grande y lo pequeño, ante un motivo u otro, que captaba la atención de su mirada o de su oído, de las caricias de sus manos, porque allí latía una grandeza que él sabía descubrir, aunque no fuera evidente. Y gozaba entonces, y yo con él, atravesando un paisaje de Castilla –“¡qué luz tan bonita!”, le escuché muchas veces -, atento al canto de unos mirlos o fijándose en los brotes de un rosal”.
Venancio transforma su estudio en arca de Noé para poner a salvo cada día su bestiario doméstico (ovejas y cabras, palomas, caballos, gallinas y gallos, perros, vacas, loros…) y salvaje (golondrinas, perdices, búhos, avefrías, cisnes, gacelas, ciervos, leones, saltamontes, libélulas, peces, ranas, toros bravos…). Y planta su propio jardín interior de encinas, manzanos y palmeras, de frutos y flores de suerte varia. E inserta al ser humano en una conexión armónica con la naturaleza (el vaquero o el pastor, peones eficientes de su edén; San Francisco de Asís o San Antonio de Padua, mitos de su santoral)”.
La exposición se podrá visitar hasta junio de 2020. La entrada es gratuita y el horario de visitas es de martes a viernes, de 17’00 a 21’00 horas; sábados, domingos y festivos, de 12’00 a 14’00 h y de 17’00 a 21’00 horas.