El Palacio de Justicia de Valladolid, un proyecto tan ansiado como postergado: “Hay que intentar apretar el acelerador”

Hace 23 años que se habló por primera vez de la necesidad de que Valladolid contara con un Palacio de la Justicia, un edificio que pusiera fin a la dispersión de las sedes judiciales, unificar en un mismo campus las siete sedes y 38 juzgados dispersos por la ciudad. Pero, a pesar de los pequeños avances que se han producido, lo cierto es que este proyecto de ciudad acumula dos décadas de incumplimientos. Cuatro presidentes del Gobierno y doce ministros de Justicia han desfilado sin que la Ciudad de la Justicia se materializara. “No solo es el tiempo arrastrado, sino por lo que nos toca esperar”, ha indicado a Herrera en COPE el presidente de la Audiencia de Valladolid, Javier Carranza. 

Si todo va bien, la primera piedra se colocará en el primer trimestre de 2028. Para entonces quedarán aún quizá otros dos-tres años de obras (licitación incluida) para que el primer juez ocupe su lugar en la sala de vistas. “No soy constructor, es una obra importante, pero para colocar la primera piedra esperar a 2028, parece un excesivo. Esos plazos se podrían acortar”, ha sentenciado.

Con todo ello, ha explicado, se evitaría la peregrinación por las sedes judiciales. “Tener que desplazarse para atender un juicio de lo civil en Nicolás Salmerón es un desbarajuste y una pérdida de tiempo”.

Unificar las sedes permitiría contar con una “buena” sala de vistas, para celebrar las macrocausas que nos obliga a alquilar las instalaciones de la Feria de Muestras.

Un millón al año en alquileres

La dispersión de las sedes judiciales en Valladolid no sólo suponen una incomodidad para prestar la justicia, pero también para recibirla. De este modo, unificando las sedes, se garantizaría que el Campus aglutinase los juzgados de lo civil y social, excepto los penales permanecerían en Angustias, donde hay instalaciones de calabozo. “Se trata de racionalizar los medios”. 

El alquiler de los edificios judiciales en Valladolid suponen un coste anual de algo más de un millón de euros. “No son edificios propios y se han tenido que acondicionar como el de Nicolás Salmerón”, explica para apostillar que según lo pagado en alquileres estos años, “nos acercamos a una cifra aproximada a lo que se estima para construir la Ciudad de la Justicia”.

“Nos hemos sentido olvidados”, ha lamentado. Es consciente de las dificultades que ha habido para adquirir la parcela de El Salvador, pero señala que “ahora que ya están las dos parcelas a su disposición, hay que intentar apretar el acelerador para que no se dilate en el tiempo”.