El sabor de Cádiz en un rincón del sur de Gerona
Un restaurante de Blanes tiene como especialidad las ortiguillas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Admitámoslo. Girona lo tiene todo. Una costa Brava espectacular, unos pirineos de ensueño, una climatología envidiable y una gastronomía alucinante. Pero empezaremos por hablar del producto, la anémona marina común. ¿es una planta? No. Es un bicho marino que se adhiere a las rocas del fondo y que se alimenta de pequeños crustáceos.
Su historia, como la de muchos platillos terruños, empieza en la posguerra. Después de la guerra civil los españoles pasaban hambre. Mucha hambre. Así que el ingenio se agudiza y se empiezan a buscar alimentos. Uno de esos descubrimientos fue la anémona de mar común conocida a partir de entonces como ortiguillas.
La forma en la que generalmente se preparan las ortiguillas es la fritura. Primero se enharinan y se fríen con aceite de oliva muy caliente. De esta manera las ortiguillas de mar suponen un manjar sorprendente, crujientes por fuera (gracias al rebozado) con una textura original y un sabor muy intenso a mar. Parece simple, pero, fuera de la costa andaluza, no es fácil encontrar estas delicias.
Uno de esos lugares es el restaurante “sabor a Cádiz” en la gerundense población de Blanes. Está situado en una calle en tercera línea de mar, discreto, nada pomposo, un restaurante al uso lleno de posibilidades en tapas y cervezas heladas.
Blanes, conocida por su famoso festival de fuegos artificiales de Julio, por Sa Palomera (lugar que da inicio a la costa Brava), por su exuberante jardín botánico, por las paellas de sus restaurantes a pie de paseo marítimo, y, ahora también, por sus ortiguillas de mar. Cuentan que un posible futuro para alimentarnos serán los insectos y su gran carga de proteínas, en Asia ya lo hacen, pero, que quieren que les diga…yo me pasaría el día alimentándome de anémonas de mar comunes, me empacharía hasta la saciedad de ortiguillas.