El drama de Óscar: un accidente le cambió la vida siendo agente de la Guardia Urbana de Barcelona

La vida de Óscar dio un giro de 360 grados el 18 de junio de 2021. Un accidente laboral le cambió la vida de forma radical. Mientras hacía trabajos de vigilancia marítima durante unas jornadas del Círculo de Economía junto a un compañero, una lancha de Greenpeace les embistió provocándoles heridas de gravedad. Desde aquel día, todo han sido problemas económicos, de salud y sin recibir ningún apoyo de las administraciones.

Aquel 18 de junio fue su último servicio. Y ya comenzó mal porque nadie les facilitó información sobre qué era aquella embarcación, que quería, y tampoco sabía que en el hotel Vela, donde se desarrollaban las jornadas del Círculo de Economía, estaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Mario Draghi. Greenpeace protestaba contra este acto.

"Temí por mi vida"

Óscar recuerda que todo sucedió muy rápido, para empezar por la actitud de los tripulantes de la embarcación, que no querían hacer caso de las indicaciones de la Guardia Urbana. Hubo una persecución con embestidas incluidas por parte del barco de la ONG. El agente las califica de "salvajes", hasta el punto que llegó a temer por su vida, y, sin embargo, no podían sacar la pistola. "Las condiciones y las características de la embarcación de la Guardia Urbana no lo permitía", afirma.

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Finalmente, pudieron llegar a Sant Adrià e interceptar a algunos de los tripulantes de la embarcación de Greenpeace. Pero tanto Óscar como su compañero sufrieron lesiones importantes. Lesiones físicas pero también psicológicas. Sufre estrés postraumático y ha estado ingresado siete meses desde entonces.

Lo peor de todo: nadie, ni del Ayuntamiento de Barcelona ni de la Guardia Urbana, se han puesto en contacto con él. Una dejadez que llega al punto de no retirarle el arma, a instancias del propio cuerpo, teniendo en cuenta que las condiciones psicológicas en las que se encontraba no eran las mejores. 

"lo que más me duele es el olvido"

Óscar tiene la sensación de que le han robado la vida. "Tenía una vida cómoda, sin grandes problemas, y ahora casi no puedo llegar a fin de mes. Lo que más me duele es sentirme olvidado por mi propia policía".

El agente tiene diversos frentes judiciales abiertos. Contra los pilotos de Greenpeace, para quienes la defensa de los agentes pide 21 años de prisión por tentativa de homicidio. Contra ocho funcionarios del Ayuntamiento de Barcelona y contra la Mutua del consistorio, por la vía social, porque se están poniendo muchas trabas para que Óscar cobre la indemnización que reclama por los daños que sufrió a raíz de este incidente.