Con el paso de los años, a partir de cierta edad, ganar peso parece inevitable. Las áreas comunes de acumulación de grasa, como el abdomen, el pecho y la papada, comienzan a aumentar, y detener esto resulta casi imposible. Pero, ¿por qué ocurre? ¿No basta con hacer ejercicio y seguir una alimentación saludable? La respuesta es no.

Hay varios factores naturales e inevitables que contribuyen a ello. Además de mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio, es fundamental el papel de las hormonas, especialmente la testosterona y la hormona del crecimiento, en el crecimiento de la masa muscular.

Hay varios factores naturales e inevitables que contribuyen a ello. A partir de los 60 años, los niveles de estas hormonas disminuyen significativamente, provocando una pérdida de masa muscular, la cual se sustituye por grasa. Esta pérdida de masa muscular y su función, conocida como sarcopenia, reduce la capacidad de quemar calorías, esto hace que las calorías sobrantes se almacenen en forma de grasa.

Además, otros factores como las enfermedades crónicas aceleran todavía más la pérdida de masa muscular y la acumulación de grasa con la edad, contribuyen a este fenómeno.