La petición que le hacen a la camarera de un bar con la que piensa "dejar de servir a la gente": "Por imbécil"
Sandra comparte en su cuenta de TikTok un vídeo en el que explica la experiencia que tuvo durante una noche con un cliente que le preguntó algo que la dejó así
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Si existe una entidad transversal en la sociedad española, esa es el bar. Para millones de personas de todo tipo, representan un punto de encuentro, un lugar de recreo, un espacio para trabajar o desconectar, para quedar, comer y beber, leer el periódico o ver el fútbol. Los camareros viven muchas situaciones surrealistas como explica esta profesional en TikTok.
El clima, el carácter de su población o la forma de vivir que tenemos en España nos hacen colocarnos en una posición ventajosa en cuanto a bares se refiere. Económicamente, somos un país que se configura en torno a estos locales y es que los números que este sector aporta a la economía general hablan por sí solos.
En un país de jornadas laborales largas y poco apego a quedarse en casa, hay bares por todas partes: en ciudades, pueblos, carreteras y playas. En las principales avenidas, los barrios más olvidados, los polígonos industriales y las estaciones de metro. En centros comerciales, polideportivos, ferreterías, hospitales e incluso, en algunas bibliotecas públicas.
En España nos gustan los bares, nos gusta salir y nos gusta compartir momentos alrededor de una buena mesa. No hemos descubierto nada nuevo, eso lo sabemos los españoles y lo saben también fuera de nuestras fronteras. Los negocios de este sector suman un total de 350.000 aproximadamente y es que según datos recogidos por el INE, en España hay un bar por cada 175 habitantes.
Un bar
La vida en los bares puede adquirir diversas formas. Tanto puede consistir en cogerse una cogorza, solo o acompañado, y armar mucho ruido, como en bajar un rato para tomar un café y leer el periódico tranquilamente, llevar al niño a merendar y que haga allí los deberes o quedar con amigos y opinar sobre lo divino y lo humano.
A pesar de que la crisis ocasionada por la pandemia de la Covid-19 parecía limitar los números de esta actividad, lo cierto es que el sector no ha parado de crecer. Con estos números, España es el país de la Unión Europea con más bares y restaurantes por habitante.
La tradición de la tertulia en el bar o en el café es un clásico. De todos modos, la tendencia de la música a todo trapo en estos establecimientos, a menudo acompañada de los ruidos de la televisión y las tragaperras, prácticamente ha conseguido matar esta costumbre. Para eso están las discotecas y los pubs.
España no solo es célebre por su rica cultura, deliciosa gastronomía y hermosos paisajes, sino también por su frenética vida nocturna. En este país, la noche cobra vida de una manera incomparable, y las discotecas son el epicentro de esta energía desbordante.
"Por imbécil"
El de camarero debería ser catalogado como un trabajo de alto riesgo. Al menos por las conversaciones que tienen que escuchar. Y no nos referimos a tener que lidiar con gente hambrienta o grosera, sino a esas charlas entre comensales que es imposible no escuchar, por los decibelios con los que se expresan, por sus temáticas descaradas y, en definitiva, porque la curiosidad mató al gato.
"Acabo de salir y una clienta me ha preguntado que si el Barceló es whisky", revela Sandra en el vídeo que ha compartido en su cuenta de TikTok, "pues que es para negarse a servir a la gente por imbécil". Son muchas las personas que han comentado la publicación sintiéndose representados.