Coche o transporte público: ¿qué prefieren los alicantinos para sus desplazamientos?
Los ciudadanos tendrán que cambiar sus hábitos si en un futuro la implantación de la Zona de Bajas Emisiones obliga a restringir el tráfico
Alicante - Publicado el - Actualizado
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La tan traída y llevada en los últimos días Zona de Bajas Emisiones de la ciudad no tardará en llegar. El pasado uno de enero entró en vigor la nueva Ley de Cambio Climático que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a implantarla y entre ellos está Alicante. Con esta medida se pretende restringir el acceso al centro de los vehículos más contaminantes. La ZBE de la ciudad se divide en dos anillos: uno exterior, llamado Gran Vía, y otro interior,conocido como Centro Tradicional afectando ambos a varias calles en las que, de momento no habrá ni restricciones ni sanciones, es decir, los alicantinos podrán seguir circulando igual que hasta ahora y con sus vehículos de siempre.
En contra de lo que puediera parecer, y sin perder de vista que en un futuro pudiera darse el caso de que vehículos a gasolína o diesel no pudierán llegar a distintos puntos de la ciudad si el nivel de contamianción fuera alto, los ciudadanos conocen y ven bien la implantación de esta Zona de Bajas Emisiones que, de entrada, ya sirve para calmar el tráfico en algunas vías.
Y eso que los alicantinos tiran principalmente del coche para moverse. El 61,3 por ciento de los desplazamientos al trabajo o al centro de estudios los realizan en sus propios vehículos. El transporte público no les termina de convencer y sólo lo utilizan en un 7,3 por ciento. Porcentaje incluso inferior a los que prefiren ir caminando que llega al 21,4 por ciento, según datos de un estudio realizado a nivel nacional. El informe también revela que son más los hombres que utilizan su coche, un 62,7 por ciento frente al 59,8 de las mujeres que tienen una mayor tendencia a caminar.
En esto de tirar del coche propio también tiene mucho que ver el nivel de ingresos que se tengan. Y es que a menor nivel de renta, más se camina o se decantan por el transporte público, sobre todo los jóvenes entre 16 y 20 años que no suelen tener carné de conducir ni poder adquisitivo para comprar un coche.