Gastronomía
Una tienda de barrio transformada en bar: la curiosa nueva propuesta en el Puerto de Burriana
De la mano del chef Carlos Monsonís ha abierto sus puertas Ultramarinos Carmencin.
Castellón - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Nos vamos hasta la avenida Mediterrània 10 del Puerto de Burriana, en lo que podríamos incluso hablar de un viaje temporal. Porque el local allí recién abierto nos lleva a épocas anteriores, con recuerdos que florecen y todo ello acompañado de gran producto.
Lo que más sorprende, eso sí, es el nombre: Ultramarinos Carmencín. No, no nos hemos vuelto locos, como tampoco lo ha hecho su impulsor. El chef Carlos Monsonís, que tras pasar por fogones en Valencia y Castellón, se ha asentado en su Burriana natal en Restaurante el Morro y ahora ve crecer su familia gastronómica. Así nos ha explicado cómo surgió este nuevo proyecto: “Al acabar el verano pasado, nos planteamos abrir un bar, que era algo que teníamos en la cabeza. Siendo en el puerto buscábamos que tuviera ese toque de taberna marinera, más diferente al Morro”.
Una idea, la del bar, a la que ha acompañado una presentación novedosa, y un nombre que sin duda llama la atención. Monsonís nos destaca que “tiene un poquito de juego. La palabra “Ultramarinos” puede llevar a confusión, pero buscamos su esencia, la de rincón del barrio”.
Producto de cercanía
Pero, ¿qué podemos encontrar en Ultramarinos Carmencín? Pues para empezar productos de cercanía, con los que Monsonís quiere dar valor a los que llama “sus amigos productores”: “Eso ha ido conmigo siempre. Tengo unas pautas que sigo en el Morro y aquí decidimos darle el toque a nuestros amigos productores que puedan ofrecer su producto. Es tener un punto de venta y degustación de estos productos”.
Y todo ello preparado de la manera más novedosa posible, y con opción de gozarlo durante todo el día. El epicentro, eso sí, está en la hora del vermut, donde las posibilidades de disfrute se multiplican.
Así, el propietario nos destaca “que estamos abierto de 12 a 0 ininterrupidamente. Puedes hacerte desde el vermut que maceramos nosotros con las gildas y encurtidos o latitas a una destacada carta de vinos, destilados o granizado mezclado con alcoholes”.
Y junto a ello, una decoración podríamos decir vintage y donde un punto llama especialmente la atención: el mostrador que recuerda a esa tienda de barrio que todos tenemos en la cabeza: “los productos los tenemos expuestos allí. Yo le llamo charcutería porque allí tengo los jamones o los coents. Y junto a ello, muchos productos que te recuerdan a esa parada de mercado”.
Este local novedoso ya lleva una semana abierto mostrando sus productos. De momento, Monsonís nos apunta que la respuesta de la clientela está siendo positiva.