Marta Polo, hija de Cristina Collazos: “Mi madre murió porque la ambulancia no llegó a tiempo”

Cristina Collazos Arias es una cacereña que el 11 de febrero del año pasado estaba inconsciente tumbada en la cocina con una herida en la cabeza. En su casa, se encontraban su marido y sus tres hijas. Llamaron al 112, esperando a que llegase la ambulancia, y esta, tardó. La ambulancia básica tardó 22 minutos en llegar, pero la medicalizada, es decir la UVI, fue la que se retrasó.

La UVI tardó concretamente 40 minutos en llegar. Cristina murió de muerte cerebral al no llegar oxígeno al cerebro durante tanto tiempo. Su hija Marta Polo llamó al 112. Explica el fallecimiento de su madre, en la Cadena COPE. Puedes escuchar la entrevista completa pinchando en la imagen.

Cristina estuvo siete días en coma y el 18 de febrero de 2024 falleció. Marta estuvo esperando esa UVI junto con sus dos hermanas y su padre. Cuando llegó, su padre fue el que acompañó a su madre al hospital. Así recuerda su hija Marta ese 11 de febrero, como el peor de su vida.

Esta familia reside en Cáceres capital, vive en el Residencial de la Universidad, que está ubicada a seis minutos en coche de los dos hospitales de la ciudad: Hospital Universitario de Cáceres y Hospital San Pedro de Alcántara. Sin embargo, la falta de medios, y en este caso de UVI, no consiguió salvar la vida de Cristina Collazos.

Por eso mismo, Marta inició un proceso de responsabilidad patrimonial al 112. Pidió una grabación de la llamada completa para ver cómo se coordinaron y se demuestre la tardanza. La Junta de Extremadura le ayudó para realizar el proceso. Sin embargo, un año después, no la ha recibido. Hemos preguntado al 112, que nos aclara que "la llamada fue atendida por el 112 y se activaron los recursos disponibles en el momento de la emergencia".

Al no tener respuesta, el 1 de enero de 2025 comenzó una firma en Change.org titulada “Mi madre murió porque no llegó la ambulancia. ¡Más ambulancias en Extremadura ya!”.

Después de dos meses, ha alcanzado 43.000 firmas. Cuando llegue a cincuenta mil firmas, Marta hará una petición a la Consejería de Sanidad en Mérida para que haya más ambulancias y que a nadie le ocurra lo mismo que a su madre.