Inés Rey considera anecdóticos los malos usos de Bicicoruña

Bicicoruña, el servicio de alquiler de bicicletas municipal de A Coruña,se ha hecho este verano especialmente popular entre los jóvenes, muchos de ellos menores de edad. El nuevo sistema estrenado en 2022 rebaja a 14 años la edad mínima para asociarse. Sin embargo, lo que supone una oportunidad para promocionar la movilidad sostenible desde la infancia se ha convertido en un foco de quejas continuas por los malos usos que se están dando en verano desde que terminó la época lectiva.

ABUSOS HABITUALES

Dos menores en una bici, jóvenes que se suben a las que están ancladas, derrapes o invasión continua de zonas peatonales son quejas que se han incrementado en los último meses. Algunos de estos comportamientos, que deterioran los vehículos, suponen infracciones muy graves en el propio servicio pero se dan sistemáticamente a diario, especialmente por las tardes en estaciones de la zona centro como la Plaza de Pontevedra y Puerta Real.

Las redes sociales de Bicicoruña, creadas este mes de septiembre, están llenas de comentarios que muestran el malestar de las personas socias. Los usuarios llegan a reportar amenazas de jóvenes que se sientan en las bicicletas ancladas que se encaran con quien intenta usar el servicio.

IMÁGENES “ANECDÓTICAS” PARA LA ALCALDESA

La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, asegura que el Ayuntamiento mantiene “un control exhaustivo” sobre el uso de Bicicoruña y considera “anecdóticas” las imágenes que se difunden las malas prácticas del servicio. “No veo fotos de gente usando correctamente Bicicoruña, que es la mayor parte de usuarios”, respondió a preguntas de la prensa. Pese todo, admitió que “algunas personas” hacen “un uso no debido de las bicis”.

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Inés Rey considera anecdóticas las imágenes sobre malos usos de Bicicoruña

Inés Rey considera "anecdóticas" las imágenes sobre malos usos de Bicicoruña

“Hago una llamada a la responsabilidad en el uso de un servicio público que, como tal, sufragamos entre todos”, declaró la alcaldesa. Considera que las bicicletas eléctricas dan un “buen servicio” y recuerda que tienen un “coste elevado”, por lo que subrayó la “obligación” de cuidarlas y mantenerlas.

No obstante, Rey abogó por optar “primero por la pedagogía y después por la sanción”. En ese sentido, recordó que el Ayuntamiento prevé iniciar “cursos de concienciación y formación”, sobre todo en centros educativos, al detectar un repunte de usuarios “entre 16 y 18 años” que puede tener dudas sobre el código de circulación. Y pese a la preferencia pedagógica, la alcaldesa mantiene que se “sancionará a aquellos usuarios que hagan un uso irresponsable o indebido de las bicicletas”.