Una playa de A Coruña aparece llena de pulpos y un pescador advierte de este peligro: "Para comer"
Rogelio grabó lo sucedido en un arenal de una playa del concello de Porto do Son debido al oleaje y a las fuertes corrientes producidas por el tren de borrascas que esta semana han sacudido Galicia
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una escena bastante insólita ha dejado boquiabiertos a los habitantes y visitantes del municipio de Porto do Son, en A Coruña. La playa de esta localidad se ha visto invadida por una gran cantidad de pulpos, un fenómeno tan extraño como preocupante. Este acontecimiento ha sido documentado por el pescador e influencer Rogelio Santos, quien ha compartido un vídeo en sus redes sociales que rápidamente se ha viralizado.
El origen de esta aparición masiva de pulpos parece estar relacionado con el oleaje y las fuertes corrientes generadas por el tren de borrascas que ha afectado a Galicia durante los últimos días. Según Santos, el mar ha arrastrado algas y otros restos marinos hacia la orilla, algo común tras los temporales, pero lo que realmente ha sorprendido es la presencia de numerosos cefalópodos, en su mayoría de pequeño tamaño. Aunque en otras épocas del año es habitual encontrar peces grandes o fragmentos de madera arrastrados por el mar, la aparición de estos pulpos resulta un fenómeno poco frecuente.
En su publicación, Rogelio Santos asegura que este tipo de sucesos no es algo completamente nuevo, ya que en el pasado los temporales provocaban la llegada a la orilla de peces y otros animales marinos. No obstante, destaca que nunca antes había presenciado algo similar con pulpos. El marinero apunta a varios factores que podrían explicar el evento, como la salinidad del agua, las corrientes marinas y la poca profundidad en la que los pulpos se habrían visto atrapados de forma inesperada debido a la magnitud del oleaje y el viento.
A pesar de la sorpresa que ha causado este fenómeno, Santos no ha dejado de advertir sobre los posibles peligros que entraña el consumo de estos animales. En su mensaje, insiste en que, dado que se desconoce la causa exacta de la muerte de los pulpos, es importante tener precaución y no recolectarlos para el consumo humano, más allá de considerar las tallas. “Como no sabemos las causas exactas de muerte de estos pulpos, recomiendo a las personas, independientemente del tamaño, no capturarlos para comer.”, señala en su post.
Una playa de A Coruña
El mar, al golpear con fuerza las zonas de cría de los pulpos, puede provocar la aparición de ejemplares muertos, especialmente si se trata de pulpos jóvenes. Queiruga recuerda que este tipo de situaciones ocurrían incluso cuando él era niño, aunque a diferencia de ahora, en aquellos tiempos no existía la viralización en las redes sociales que hoy hace que estos sucesos sean más visibles.
En cuanto a la respuesta de las autoridades, la Consellería de Mar no ha recibido denuncias relacionadas con este hallazgo, aunque efectivos de Gardacostas se acercaron al lugar. Al parecer, algunas personas ya se habían llevado los pulpos antes de que los agentes pudieran llegar. Este tipo de situaciones no son exclusivas de Galicia: en enero de 2010, una playa portuguesa en Vila Nova de Gaia experimentó un fenómeno similar, y en 2023 se dio un caso en la playa de Arrigunaga, en Getxo.
La situación en Porto do Son recuerda a otro suceso reciente en Vigo, en la playa viguesa de A Calzoa, en enero de 2023. Los fuertes aguaceros provocaron una bajada de la salinidad del agua, lo que resultó en la muerte de muchos pulpos, ya que estos animales son especialmente sensibles a los cambios en su entorno acuático. Garci recuerda también un episodio en el que todos los pulpos engordados en la batea de Meira murieron debido a un vertido de agua del embalse de Eiras.
Este tipo de sucesos pone en evidencia la fragilidad de los ecosistemas marinos y la importancia de respetar las indicaciones sobre la seguridad alimentaria. Aunque la aparición de estos pulpos en las playas gallegas puede parecer un fenómeno natural vinculado a las condiciones climáticas, las advertencias sobre su consumo no deben tomarse a la ligera. Como siempre, es mejor prevenir que lamentar.