No hay Camino de Santiago igual para todos. Hay tantos caminos como personas que caminan y cada una de esas historias es especial.

Al otro lado del teléfono nos atiende Roberto, carabiniere de 61 años, jubilado, natural del norte de Italia, afincado en la localidad de Ravena, a unos 140 km de Florencia.

Roberto lleva unos años siendo peregrino. Recorre alguna de las rutas jacobeas con su compañero y amigo Angelo. Todo empezó en 2017, cuando su acompañante le propuso ponerse a caminar. Ni esa vez, ni al siguiente año pudo hacerlo, pero a la tercera fue la vencida y, desde entonces, no falta a su cita. Roberto ha recorrido el Camino del Norte, el Primitivo, el Inglés… y en este 2024 nos contestaba desde Santiago, en sus últimas horas en la ciudad, después de haberse pasado 35 días caminando por la Vía de la Plata.

Reconoce que, pese a estar en forma y ser un hombre entrenado en condiciones duras, ha costado. La ventaja es que ha podido cruzar España de sur a norte: "Cruzas pueblos y ciudades importantes de España, esto es muy interesante". Pero la desventaja es que las etapas diarias son largas, más de 30 kilómetros y no hay "nada, ni nadie. Ni una sombra, ni un grifo con agua potable". Ambos son militares y "el poder de acostumbrarnos a lo que sea, pero para una persona normal esto le costaría mucho". Reconoce que en algunos puntos les ha faltado lugar en el que cobijarse y resguardarse: "El clima… el calor, caminar sin sombra. Esto nos afectó bastante, aunque íbamos bien organizados. Llevábamos 4 o 5 litros de agua por persona. Pero el calor de 35 a 38 ºC, aunque con protección solar, gorra y material técnico que protege del sol… el cuerpo llega a una temperatura que te da un golpe de calor".

GALICIA, EL PARAÍSO

Así es que, cuando llegaron a Galicia, fue como entrar en el paraíso: "Como las puertas de nuestra casa. Aquí cambia todo". Nos confesaba Roberto. No solo llegan a Santiago, luego siguen hasta Finisterre y Muxía.

Después de varios caminos en sus zapatos, nos confiesa que sigue el sentimiento, aunque de modo diferente: "El primer Camino es como el primer amor. Llegas y lloras, es una liberación. Pero los siguientes, cambia todo. Lloras menos, pero lo sientes más, es más profundo, pero de sentimientos diferentes".

¿Qué tiene el Camino de Santiago para enganchar tanto? Roberto conoció las rutas jacobeas por su profesora de español. Hace 30 años que estudia nuestra lengua. Después, un compañero se lo propuso y comenzó una tradición con él: "Es importante que haya afinidad entre los que peregrinen juntos porque el Camino saca todo (lo bueno y lo malo)".

LOS POEMAS AL CAMINO DE UN MILITAR ITALIANO

Y, sacando lo bueno, Angelo nos ha dejado algunos textos inspirados por el Camino de Santiago. Roberto sentencia que el Camino "anula el tiempo". Quien se calza las zapatillas y llega a la ciudad del Apóstol no acaba de ser consciente de todo el tiempo transcurrido en las distintas etapas. Precisamente el tiempo en la ruta jacobea ha inspirado a su compañero a escribir poesía.

Tiempo en tu bolsillo

Reúnete con tus manos

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el aire acre del paseo al amanecer,

y reiniciar la bolsa.

Pero cuando te encuentras con caras queridas

desconocido,

que la risa y la ansiedad aterciopelada en tus ojos te harán

dejar tus velas

fuera del viento.

Ellos te mostrarán el camino, contándote tu tiempo pasado,

en los agujeros de los bolsillos

En una mañana al amanecer.

Angelo Segurini

CIFRAS DEL CAMINO DE SANTIAGO DE 2024

Ya van 240.000. Son los peregrinos que han sellado su Compostela este año en la oficina de atención al peregrino que depende de la Catedral de Santiago. 6 de cada 10 caminantes son extranjeros. Estados Unidos, Alemania y Portugal conforman el pódium de nacionalidades.

En este 2024 llegaron más de 12.000 italianos como peregrinos.

De los españoles: Andalucía, Madrid y Comunidad Valenciana son las tres comunidades más peregrinas a Compostela en lo que va de año.