Nos colamos en la cocina donde se elabora la mejor croqueta de España: de jamón y con un toque gallego particular
El chef gallego Áxel Smyth reconoce que el galardón logrado en Madrid Fusión ha supuesto un "boom" para su negocio
Croqueta elaborada en las cocinas del restaurante Simpar de Santiago
Santiago - Publicado el - Actualizado
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Apenas han pasado unos días desde que el chef gallego Áxel Smyth recibiera el galardón a la Mejor Croqueta de España en la recién celebrada edición 2025 de la feria gastronómica Madrid Fusión y no dejan de llegar mensajes a su restaurante Simpar de Santiago de Compostela pidiendo reservas o incluso consultas de quienes, con algún tipo condicionante alimentario, quieren acercarse a probarla.
Y es que, como reconoce el propio Áxel, "desde que recibimos el galardón esto ha sido un boom", que tiene a día de hoy las siete mesas de su pequeño, pero elegante comedor situado en un local del Casco Histórico compostelano "lleno para todo el fin de semana, la semana que viene y ya hay reservas para más adelante".
Presentación de la croqueta de jamón del Simpar
Aunque no son sólo las croquetas del Simpar lo que le están llevando a disfrutar de este éxito, sino también la Estrella Michelín que luce en su establecimiento desde este pasado mes de noviembre, obtenida apenas dos años después de abrir su negocio en la Rúa do Vilar.
A lo que añade el reconocimiento como Cocinero Relevación del año en esta misma edición de Madrid Fusión obtenido al unísono con su compañera de fogones, Claudia Merchán, encargada de la repostería y cuya reinterpretación de la tradicional Tarta de Santiago no deja de recibir alabanzas.
Áxel Smyth y Claudia Merchán a las puertas del restaurante Simpar
BOLEAR CROQUETAS, PRIMERA TAREA DEL DÍA EN COCINA
A pesar de haber obtenido en estos meses pasados otro tipo de reconocimientos como a los Mejores Callos de España en la pasada edición de la feria Gastronomika de San Sebastián, Áxel reconoce que "lo que estamos viviendo con lo de las croquetas no lo habíamos vivido nunca".
Un producto que, a pesar de su aparente sencillez, "es la primera tarea que hago en cuanto llego al restaurante, bolear croquetas", reconoce el chef gallego, "porque tienen que reposar; son tan melosas que si no, luego no hay dios que las fría", dice entre risas.
Y es que Áxel no deja de sonreír durante todo el tiempo en el que hablamos con él de su negocio que no es el primero en el que disfruta del éxito, ya que anteriormente ya obtuvo una estrella Michelín con otro restaurante que, desgraciadamente, cerró poco después.
Por lo que es muy claro al asegurar que "aquí tienes que vivir por y para ello; si no tienes esa pasión y esa energía, durarás un tiempo pero al final te acabas quemando porque esto es duro, es difícil pero también, muy gratificante".
Sala del restaurante Simpar sito en la Rúa do Vilar de Santiago
UNA CIUDAD PEQUEÑA ENTRE LAS GRANDES DE LA COCINA DE TODA ESPAÑA
Lo dice un compostelano que, a sus 34 años, y tras formarse en distintas cocinas de España y otros países, ha decidido por apostar por la ciudad donde nació, de apenas 100.000 habitantes, pero cuya oferta gastronómica y restauradora es hoy en día una de las más completas de España, como demuestra que otros dos restaurantes, Casa Marcelo y A Tafona, exhiban esa estrella.
Aunque la oferta de nuevos cocineros que apuestan por combinar la cocina tradicional con las elaboraciones de vanguardia hacen de Santiago un punto efervescente en la gastronomía española.
Una competencia que para Áxel, "enriquece a la ciudad y de eso nos vamos a beneficiar todos", aunque si hay algo que une a todos estos restaurantes es que su propuesta se basa "en el producto increíble que tenemos en Galicia", como pudo comprobar Áxel en su experiencia en otras cocinas de Madrid, Cataluña o incluso Londres "donde veía que los productos principales llegaban de Galicia".
Y por los que seguirán apostando en el restaurante Simpar de Santiago donde, casi sin darse cuenta, están escribiendo ya una parte de la historia de los fogones de la ciudad "casi sin darnos cuenta, porque el día que podamos parar igual somos conscientes de los que estamos haciendo porque no da tiempo ni a sentarse para pensarlo", reconoce Áxel que al ser preguntado de cuándo podría llegar ese día, asegura de nuevo entre risas que "a ver si puede ser este domingo por la tarde".