"La toma de muestras de ADN a delincuentes debería ser obligatoria como la de la huella dactilar"
El crimonólogo Luis Alamancos habla del "perfil psicopático y de trastorno de personalidad antisocial" del autor confeso de la violación y asesinato de Elisa Abruñedo en Cabanas
Santiago - Publicado el - Actualizado
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Poco después de la detención e ingreso en prisión por orden judicial de Roger Serafín Rodríguez como responsable del asesinato y violación de Elisa Abruñedo en la localidad coruñesa de Cabanas en 2013, se apuntó a la posibilidad de que se investigara la posible relación de este individuo, que llevaba una vida aparentemente normal, con otros crímenes similares acontecidos estos últimos años en Galicia y que quedan aún por resolve.
Para lo que será determinante "poder relacionar el modus operandi de este individuo y la similitudes que pueda haber con esos casos", además de contar ya con el registro genético de su ADN que ha sido fundamental para que los investigadores de la Guardia Civil hayan podido "acotar y rastrear hasta dar con el culpable por unas características determinadas del color pelirrojo de su pelo, que sólo tienen el 1,5 % de la población de Galicia.
PERFIL PSICOPÁTICO Y POSIBLE ASESINO EN SERIE
Lo cuenta el crimonólogo y criminalista forense Luis Alamancos que define al autor confeso del crimen de Cabanas como "un individuo muy frío con características propias de un perfil psicopático o con trastorno de personalidad antisocial" que tenía una cara ante el mundo mientras que la real era otra.
Para este experto "habrá que esperar al trabajo de los investigadores" para determinar si es autor de otros crímenes "para poder hablar de un asesino en serie", aunque en todo caso, aclara que "no todo psicópata llega a ser asesino en serie, pero sí todo asesino en serie en un psicópata".
Por lo que pone el acento en la importancia de poder contar con los registros genéticos de los delincuentes "que en el Reino Unido son obligatorios, incluso en delitos menores de hurto" pero que en España se encuentran aún con las trabas de una normativa que permite a cualquier persona a negarse a dar esas muestras, lo que entorpece la capacidad de los investigadores al no poder tener en el banco de registros genéticos de fichados con muestras que podrían cotejar y esclarecer mucho antes estas investigaciones con una técnica, la del ADN "que tiene en la actualidad una fiabilidad del 99,9%" y que suponen hoy en día una prueba de cargo en cualquier juicio.
De ahí que pida "como ocurre con las huelas dactilares", se haga obligatorio también esta toma de muestras genéticas a los delincuentes, lo que unido, como así parece haber sido en el caso del crimen de Cabanas, "una toma de muestras voluntarias a la población", que habría sido uno de los puntos en los que los investigadores de la Guardia Civil se habrían apoyado para haber podido resolver el asesinato y violación de Elisa en Cabanas en 2013 o el caso de una brutal violación en Vigo con cuyo autor los agentes de la Policía Nacional pudieron dar, una década después, gracias a los restos hallados en una camiseta olvidada por un ladrón en el robo de una vivienda.
El tiempo y la pericia de los investigadores determinará si en el caso de Roger Serafín Roríguez nos encontramos ante el autor de un solo pero brutal crimen o si, por el contrario, se trata de un nuevo asesino en serie a sumar a la lista negra de los peores delicuentes de Galicia.