“La memoria está en la arena”: homenaje a las lavanderas que pasaban mensajes de presos en San Simón

La Escola de Arte e Superior de Deseño Ramón Falcón -fundada hace más de medio siglo- ha instalado una exposición permanente en el centro cultural O Vello Cárcere -la antigua cárcel modelo del Partido Judicial de Lugo, rehabilitada hoy en día para un uso muy distinto- para mostrar los trabajos de sus alumnos, entre ellos la obra de Rosana Martínez, “La memoria está en la arena”, un homenaje a las lavanderas que pasaban los mensajes de los presos “en el campo de concentración de la Illa de San Simón”.

En realidad, el espacio cedido a la Escola Ramón Falcón por el Ayuntamiento de Lugo, son un total de once celdas, destinadas en su momento para uso masculino, en el segundo piso de la cárcel. En ellas, los alumnos del centro, explica su director, Ramón Cabarcos, exponen las obras que han desarrollado en los ámbitos de la Serigrafía, Fotografía, Cerámica, Grabado y Técnicas de Estampación, Diseño Gráfico y Diseño de Interiores.

Entre esos trabajos está el de Rosana Martínez, quien hace más de una década abandonó su trabajo como caracterizadora “en el mundo audiovisual de Barcelona” para “dar un salto al vacío que la llevó a Dublín para graduarse en Bellas Artes y, después, a Lugo, a la Escola de Arte Ramón Falcón, para continuar profundizando en el conocimiento de las propiedades de la arcilla y la cerámica”.

HOMENAJE EN CERÁMICA

En O Vello Cárcere, en una de las celdas reservada para los trabajos de la Ramón Falcón puede verse un tendal con ropa colgada. A simple vista, parecen prendas de verdad, sin más, pero cuando el espectador se acerca, si se fija o las toca, se da cuenta de que, en realidad, están realizadas en cerámica.

“La memoria está en la arena” es un proyecto realizado para rendir homenaje a unas lavanderas del pueblo de Cesantes, que ayudaban a los presos en el campo de concentración de la Illa de San Simón, en la ría de Vigo, a comunicarse con sus familiares y amigos, que estaban fuera, ansiosos por recibir noticias suyas en aquellos tiempos tan convulsos.

De hecho, entre octubre de 1936 y marzo de 1943, en la Illa de San Simón se estableció uno de los mayores campos de concentración de todo el país para presos republicanos procedentes desde diferentes lugares del territorio español. En un primer momento, a la Colonia Penitenciaria de San Simón llegaban reclusos procedentes de lugares próximos, como Vigo, Pontevedra, Ourense o Vilagarcía de Arousa, pero después de la caída del frente norte, llegaron también de Asturias, León, Cantabria y País Vasco.

La obra de Rosana Martínez es un homenaje a “aquellas mujeres que pasaban mensajes de los confinados a sus familias escondidos entre la ropa”. De hecho, a partir de esa terrible realidad, la autora representa en esa instalación la ropa recién lavada, prendas creadas con distintos materiales -como gres, porcelana, pigmentos, tejidos, papel o cordón de esparto-, en la aparecen escritos diversos textos.

Esos textos son, en realidad, fragmentos de las cartas escritas por uno de los reclusos, José Mejuto Bernárdez, que su familia exiliada conservó y recogió en el libro 'Cartas de un condenado a muerte'.